MADRID, 7 Jun. (EUROPA PRESS) -
Human Rights Watch (HRW) ha asegurado este miércoles que las fuerzas iraquíes y de la coalición militar internacional en Mosul podrían haber evitado la muerte de civiles en los ataques cometidos entre febrero y abril de 2017.
HRW ha documentado siete ataques en los que murieron al menos 44 civiles en cinco barrios en el oeste de Mosul controlados por el grupo terrorista Estado Islámico.
La organización ha asegurado que tres de los ataques, perpetrados en el barrio de Tanak, se llevaron a cabo mediante la detonación de grandes municiones, por lo que ha pedido a todas las partes del conflicto que dejen de utilizar explosivos con gran fuerza expansiva en las zonas densamente pobladas de Mosul.
"Los residentes y las personas desplazadas se han protegido durante meses en casas abarrotadas. Estado Islámico en ocasiones les utiliza como escudos humanos, por lo que en cualquier ataque hay que tenerlo en cuenta" ha asegurado la investigadora sobre Emergencias de HRW, Priyanka Motaparthy. "A medida que las fuerzas iraquíes y de la coalición continúan la ofensiva en el oeste de Mosul, deben asegurarse de que las muertes de civiles sean mínimas", ha añadido.
HRW ha advertido de que las fuerzas que luchan contra Estado Islámico deben tomar todas las precauciones y utilizar los métodos necesarios para minimizar la pérdida de vidas civiles y daños a bienes de carácter civil.
Los civiles que viven en las zonas afectadas por los siete ataques documentados por HRW han intentado escapar a medida que los combates se intensifican, pero los combatientes de Estado Islámico les han amenazado con matarles o atacarles si lo intentan.