MADRID 24 Jun. (EUROPA PRESS) -
La ONG Human Rights Watch (HRW) ha instado este sábado a las autoridades de China a poner en libertad a los cinco refugiados norcoreanos que se encuentran retenidos en un centro de detención del país y ha destacado la importancia de que estos no sean deportados a Corea del Norte, donde verían vulnerados sus Derechos Humanos.
"El Gobierno chino no debe forzar a estas cinco personas a regresar a Corea del Norte, donde las autoridades utilizan métodos de tortura y podrían enfrentarse a largos periodos de encarcelación", ha señalado el subdirector de la organización en Asia, Phil Robertson, en alusión al "brutal sistema penitenciario norcoreano".
HRW ha destacado en una carta dirigida al presidente de China, Xi Jinping, la importancia de que las autoridades chinas faciliten su traslado a un tercer país.
"Pekín debe cumplir con sus obligaciones bajo la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados y permitir que se desplacen a otro país donde pueda garantizarse su protección", ha aseverado Robertson.
La semana pasada, las autoridades chinas detuvieron a los cinco ciudadanos norcoreanos cuando estos viajaban a la localidad de Shenyang, en la provincia de Lianoing, en el noreste del país. Tres de ellos son parientes de Lim, otra ciudadana norcoreana que reside ahora en Corea del Sur.
Según la organización, las autoridades chinas deportan en numerosas ocasiones a los ciudadanos norcoreanos que llegan a China, a los que considera "inmigrantes económicos" ilegales en el marco de un acuerdo fronterizo bilateral firmado en 1986.
Sin embargo, los ciudadanos de Corea del Norte que deciden huir del país sufren duras represalias a su regreso --independientemente de cuál haya sido el motivo de su partida--, según ha manifestado HRW, que ha indicado que por ese motivo son considerados refugiados.
El Gobierno chino, como parte de la Convención de 1951 y el Protocolo sobre el Estatuto de los Refugiados de 1967 y de la Convención contra la Tortura, está obligado a no deportar a los refugiados, especialmente si corre el riesgo de que sean víctimas de la tortura y la persecución en su lugar de origen.
Los norcoreanos pueden ser condenados a dos años de trabajos forzosos por haber vivido de forma ilegal en China. Los presos políticos en Corea del Norte son sometidos a abusos sistemáticos, como la falta de higiene y la malnutrición, entre otros.
HRW ha denunciado que, en numerosas ocasiones, el Gobierno de Corea del Norte incurre en crímenes contra la Humanidad, lo que incluye el uso de la tortura, ejecución, esclavitud y violencia sexual contra presos y refugiados que han sido deportados.
"Si esta gente es obligada a volver sus vidas estarán en peligro", ha aseverado Robertson. "El mundo está atento a la actuación de Pekín para ver si cumple con su deber de proteger a estos cinco refugiados o si se convierte de nuevo en cómplice de los abusos de Corea del Norte", ha añadido.