MADRID 12 Oct. (EUROPA PRESS) -
La ONG Human Rights Watch (HRW) ha instado a los países miembros de Naciones Unidas a rechazar la inclusión de Filipinas y Eritrea en el Consejo de Derechos Humanos de la organización debido a su historial en dicha materia.
"Los miembros de la ONU deben mostrar coraje ante Filipinas y Eritrea al dejar los dos puestos en blanco y mantenerlos así fuera del Consejo", ha manifestado Louis Charbonneau, director de HRW para asuntos de la ONU, en un comunicado. "La guerra contra las drogas del presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, es abusiva y ha acabado con miles de personas", ha añadido.
"En Eritrea, las autoridades persiguen y encarcelan a aquellos que son críticos con el Gobierno y fuerzan a los ciudadanos a realizar servicios comunitarios de forma indefinida", ha manifestado, según recoge un comunicado de la organización, que ha denunciado también serias violaciones de los Derechos Humanos en Camerún y Bahréin.
Las palabras de HRW llegan de cara a la votación que se celebrará este viernes, 12 de octubre, en la Asamblea General de la ONU para ocupar un tercio de los asientos en el Consejo de Derechos Humanos --de un total de 47-- para el mandato 2019-2021.
Los países necesitan un mínimo de 97 votos, o mayoría simple, para ocupar un puesto. Según HRW, Filipinas atraviesa una crisis en relación con la situación de los Derechos Humanos, la cual podría constituir en determinados casos crímenes de lesa humanidad.
El documento señala que desde que Duterte llegó al poder en julio de 2016, más de 12.000 presuntos traficantes de drogas y consumidores han muerto en lo que el Gobierno ha tildado de "operaciones policiales legítimas". Ningún agente ha sido condenado por dichas muertes.
Por otra parte, ha alertado de que la detención del exministro de Finanzas de Eritrea supone un claro ejemplo de la represión llevada a cabo en el país a pesar de los avances diplomáticos llevados a cabo recientemente.
"Muchos miembros de la ONU hablan de reforzar el Consejo de Derechos Humanos, pero este año los grupos regionales han ignorado la necesidad de llevar a cabo elecciones competitivas", ha manifestado Charbonneau. "En vez de empujar a los candidatos a demostrar por qué merecen entrar en el Consejo, la organización ha puesto sobre la mesa un voto no competitivo que convierte las elecciones en una burla", ha expresado.