MADRID, 30 Nov. (EUROPA PRESS) -
La ONG Human Rights Watch (HRW) ha instado este viernes al Gobierno de Tailandia a garantizar que no se produce la extradición a Bahréin de Hakeem Ali Mohamed Ali al Araibi, un disidente que podría enfrentarse a torturas y abusos en territorio bahreiní.
"Las autoridades tailandesas tienen que darse cuenta de los graves peligros a los que se enfrentan Hakeem al Araibi si vuelve a Bahréin. (...) Las autoridades migratorias deben liberarlo cuanto antes dado que cuenta con el estatus de refugiado en Australia y garantizar que no se viola el Derecho Internacional", ha indicado el director de HRW para Asia, Brad Adams.
Al Araibi fue detenido el pasado 27 de noviembre cuando llegó al aeropuerto Suvarnabhumi de Bangkok, la capital del país, desde Australia. El Gobierno australiano le aseguró que su detención se debía a una alerta de Interpol emitida por petición de Bahréin, país al que sería extraditado.
El disidente fue arrestado en Bahréin en 2012 y torturado mientras se encontraba bajo custodia, tal y como señala HRW en un comunicado. El motivo habría sido las actividades políticas de su hermano. El bahreiní aseguró que en el momento en el que se habría cometido el supuesto delito, él se encontraba jugando un partido de fútbol en Qatar.
En 2014 fue condenado 'in absentia' a diez años de prisión, pero logró huir a Australia, donde se le concedió el estatus de refugiado en 2017. El disidente es futbolista profesional y juega por el Pascoe Vale FC en Melbourne. Además, es crítico con el Gobierno de Bahréin y el actual presidente de la Confederación Asiática de Fútbol, Salmán al Jalifa.
Al Araibi ha hablado ante los medios de comunicación de las torturas sufridas en 2012 cuando se encontraba bajo custodia en Bahréin. La ONG, por su parte, ha registrado diversos casos de tortura por parte de las fuerzas de seguridad bahreiníes contra activistas y disidentes detenidos.
HRW ha destacado que Tailandia tiene que respetar el Derecho Internacional y el principio de no-devolución, que prohíbe a los países devolver a cualquier persona a un país en el que puedan enfrentarse a la tortura o a otro tipo de violaciones de los Derechos Humanos.
"Tailandia debe hacer lo correcto y permitir que al Araibi vuelva a Australia en el próximo vuelo, donde es reconocido su estatus de refugiado y su seguridad", ha aseverado Adams.
"Ponerlo en manos de las autoridades de Bahréin sería un acto descorazonado que viola las obligaciones de Tailandia de proteger a los refugiados y Bangkok sería sometido a un gran número de críticas", ha añadido.