Presencia policial en Rajine
REUTERS / SOE ZEYA TUN
Actualizado: viernes, 3 noviembre 2017 7:19


MADRID, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -

La organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) ha reclamado este viernes al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que envíe la situación en Birmania ante el Tribunal Penal Internacional (TPI) ante la falta de investigaciones de Naipidó en torno a las atrocidades presuntamente cometidas por el Ejército y milicias locales contra los rohingya en el estado de Rajine (oeste).

"Es necesaria urgentemente justicia para la población rohingya que fue objeto de la campaña militar de limpieza étnica del Ejército de Birmania", ha dicho el director asociado para Justicia Internacional de HRW, Param-Preet Singh.

"El Consejo de Seguridad de la ONU debe enviar la situación en Birmania ante el TPI, que fue creado precisamente para hacer frente a situaciones en la que se cometen graves crímenes sin que haya consecuencias", ha subrayado.

La organización ha recalcado que las autoridades del país asiático no han investigado de forma creíble la operación a gran escala lanzada el 25 de agosto tras una serie de ataques de milicianos rohingya contra puestos de control de las fuerzas de seguridad.

La campaña, que se saldó con más de 400 muertos y 600.000 desplazados, ha sido descrita por la ONU como una campaña de "limpieza étnica", y en la misma fueron incendiadas cientos de aldeas de mayoría rohingya, según varias ONG internacionales.

HRW ha argumentado que el apoyo del Gobierno a la campaña militar y sus comentarios quitando peso a la misma y negando los abusos hacen que sea "muy improbable" que vaya a llevar a cabo una investigación creíble.

"Los países miembro de la ONU deben explorar medidas concretas para presentar una denuncia criminal contra todos los responsables de graves crímenes en Birmania de cara a un eventual proceso", ha señalado Singh.

"Identificar a los responsables puede ayudar a elevar el coste político de las operaciones militares abusivas y acercar a las víctimas a la justicia que merecen", ha remachado.

La líder 'de facto' del país, Aung San Suu Kyi, ganadora de un Premio Nobel, ha tenido que hacer frente a enormes críticas a nivel internacional por no haber actuado contra unas operaciones militares.

Birmania ha rechazado las acusaciones, alegando que sus fuerzas de seguridad lanzaron una campaña para acabar con la insurgencia rohingya tras los citados ataques contra los puestos de control.

Los rohingya son una minoría étnica de fe musulmana que se concentra en Rajine. Son más de un millón de personas, pero el Gobierno birmano no les reconoce como ciudadanos porque considera que son descendientes de inmigrantes ilegales procedentes de Bangladesh.

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