MADRID, 6 May. (EUROPA PRESS) -
Human Rights Watch (HRW) ha pedido al Gobierno de Uhuru Kenyatta que "no dé la espalda" a los cientos de miles de refugiados somalíes que viven en los campos de Dadaab y Kakuma, que las autoridades kenianas pretenden cerrar alegando motivos de "seguridad nacional".
"En un solo respiro, el Gobierno keniano ha reconocido que los somalíes que ha estado albergando durante cerca de 25 años aún son refugiados, pero entonces anuncia que terminará con esto", ha dicho Bill Frelich, del programa para refugiados de HRW, en un comunicado.
La ONG ha subrayado que, aunque las autoridades kenianas han atribuido tradicionalmente los problemas de inseguridad a los refugiados somalíes, "no han proporcionado evidencias creíbles que les vinculen con ataques terroristas".
Sin embargo, HRW ha denunciado que "la Policía keniana ha atacado a los refugiados somalíes, en un uso abusivo e indiscriminado de la ley sobre operativos de seguridad, como las detenciones masivas que tuvieron lugar en Usalama en 2014".
La organización humanitaria ha recordado que además los refugiados han sufrido "brutales abusos" por parte de los terroristas de Al Shabaab. "Durante años nos han hablado del horror de sus tácticas, incluidos el reclutamiento de menores y los atentados suicidas", ha señalado.
Aunque "la amenaza de Al Shabaab es real, eso no exime a Kenia de su obligación de cumplir la convención sobre refugiados", ha sostenido Frelick. "Kenia no debería dar la espalda a gente que aún necesita protección y a los principios que ha prometido respetar", ha añadido.
"En lugar de abandonar a personas que aún reconoce como refugiados, el Gobierno keniano debería perseguir a los responsables de los crímenes cometidos y mantener los esfuerzos para proteger a los refugiados conforme a los estándares internacionales", ha reclamado.