BAGDAD, 31 Jul. (Reuters/EP) -
La ONG Human Rights Watch ha pedido a los comandantes iraquíes que prohíban participar en la ofensiva final contra la ciudad de Mosul, el gran bastión de Estado Islámico en Irak, a aquellas milicias sobre las que se tenga constancia de abusos graves contra la población.
Dentro del colectivo de milicias chiíes y kurdas que han sido instrumental es a la hora de retomar las zonas del país en manos de la organización yihadista, existen algunos grupos a los que se acusa de perpetrar graves delitos contra la población civil. Los líderes milicianos han rechazado estas acusaciones o bien las han reconocido como casos aislados.
Pero conforme el Ejército y estas milicias han estrechado su cerco sobre Mosul, los diplomáticos occidentales y diversas ONG han expresado su preocupación ante la posibilidad de que se repitan crímenes ocurridos en el pasado.
Esta posibilidad cobra fuerza especial en Mosul, una ciudad de mayoría suní -- aunque también alberga a otras comunidades y confesiones --, donde no se tiene un particular aprecio a estas milicias, en particular después de que el gobernador provincial de la liberada Faluya les acusara de la ejecución de 49 suníes y de la detención arbitraria de más de 600.
"Los comandantes iraquíes no deberían arriesgarse a exponer a los civiles de Mosul al grave daño que les podrían infligir estas milicias", ha declarado el director adjunto de HRW para Oriente Próximo, Joe Stork.