MADRID, 23 Feb. (EUROPA PRESS) -
Human Rights Watch (HRW) ha señalado la condena a un niño de tres años de edad como ejemplo de la "arbitrariedad" que reina en la Justicia de Egipto a causa del frenesí de la "persecución política" desatada por el Gobierno de Abdelfatá al Sisi.
"Este caso ejemplifica la banalidad de la represión actual en Egipto", ha dicho Joe Stork, 'número dos' de HRW para Oriente Próximo. "Policías, fiscales y jueces ni siquiera se molestan en comprobar hechos básicos porque quieren enviar rápidamente a los acusados a prisión", ha denunciado.
Stork ha apuntado como una de las causas la decisión de enviar "retroactivamente" a miles de civiles a tribunales militares en cumplimiento de la orden de Al Sisi para ampliar la jurisdicción de la justicia castrense.
La nueva legislación, en vigor desde 2014, "permite a los tribunales militares juzgar cualquier crimen contra 'propiedades públicas o vitales', incluidos centrales eléctricas, gasoductos, carreteras, puentes y universidades", entre otros.
HRW ha recordado que "los tribunales militares no suelen proteger el derecho al debido proceso ni satisfacer los requisitos de independencia e imparcialidad", por lo que someter a civiles, especialmente niños, a su jurisdicción, supone una violación del Derecho Internacional.
EL CASO DE MANSOUR
Las autoridades egipcias irrumpieron hace dos años en la cada de Ahmed Mansour Qurni Sharara, de tres años, para detenerlo en relación a la protesta de Fayoum, supuestamente orquestada por Hermanos Musulmanes, que se desembocó en un enfrentamiento en el que la Policía usó munición real y gases lacrimógenos y que se saldó con tres muertos y siete heridos.
El padre, Mansour Qurni Ahmed Alí, atónito por la orden de arresto, explicó a los policías que debía haber un error porque se trataba de un niño pequeño, y les mostró su certificado de nacimiento como prueba. En respuesta, detuvieron al hombre, que estuvo cuatro meses encarcelado.
A pesar del claro error, el proceso judicial siguió adelante contra Mansour y otros 115 acusados, que hace unos días fueron condenados a cadena perpetua por un tribunal militar de El Cairo en un veredicto que tendrán que recurrir ante la justicia castrense.
Ante el escándalo originado --dentro y fuera de Egipto-- por la condena de Mansour, las autoridades han explicado que lo confundieron con un joven de 16 años que sería tío del niño, pero los padres han explicado que el único tío que tiene es un hombre de 52 años.