MADRID, 16 May. (EUROPA PRESS) -
El presidente chino, Hu Jintao, llegó hoy a la ciudad de Mianyang, en la provincia china de Sichúan, para consolar a las víctimas e inspeccionar las tareas de rescate en una de las localidades más afectadas y afirmó que ha disminuido el número de personas muertas debido, en parte, a la rapidez con la que están actuando los servicios de salvamento, "prioridad absoluta durante los últimos cuatro días".
El presidente chino matizó que, a pesar de la situación crítica, todavía se pueden salvar más vidas "y no nos rendiremos si hay na mínima esperana de encontrar a más supervivientes", añadió en referencia a la difícil situación que está viviendo el país días después del paso de un terremoto de 7,8 grados en la escala Richter que ha provocado, según el último balance oficial, la muerte de casi 19.500 personas, y ha provocado grandes daños materiales en toda la provincia.
No obstante, Hu confesó que "el desafío es desalentador, la tarea commplicada y el tiempo nos está presionando mucho", según informó la agencia de noticias china Xinhua. "Necesitamos continuar haciendo grandes esfuerzos en relación al cuidado de las víctimas, restaurar el sistema de transportes, telecomunicaciones y las infraestructuras eléctricas, así como comprometernos a cubrir las necesidades básicas de los residentes locales".
Hu afirmó que el seísmo fue uno de los más importantes y más destructivos desde que se fundó China en 1949", y garantizó que la respuesta más rápida y prioritaria fue reducir el número de víctimas lo antes posible.
Para ello, el también presidente de la Comisión Militar Central (CMC), añadió que "debíamos unir nuestros esfuerzos para combatir este desastre y luchar hasta el final para ayudar a los damnificados", que sólo en la ciudad de Mianyang asciende a 30.000.
A pesar de ello, uno de los voluntarios de los equipos de rescate de dicha ciudad declaró ayer a Europa Press que, hasta el momento, la ayuda está llegando a las ciudades más grandes pero las aldeas más pequeñas no están recibiendo nada, lo que ha causado escenas de impotencia e indignación entre la población.