MADRID, 14 Dic. (EUROPA PRESS) -
La huelga general convocada este jueves en Grecia en contra de las reformas y políticas de austeridad adoptadas por el Gobierno griego del primer ministro, Alexis Tsipras, de la Coalición de la Izquierda Radical (SYRIZA), han alterado el funcionamiento habitual del transporte público en Atenas y de los vuelos nacionales.
Los viajeros se han visto afectados por los servicios mínimos que ha ofrecido el transporte público durante toda la jornada. Esta huelga fue convocada hace una semana por los dos principales organizaciones sindicales del país, la Confederación de Sindicatos de Empleados Públicos (ADEDY) y la Confederación General de Trabajadores Griegos (GSEE).
A las 11.00, unos 10.000 manifestantes, entre ellos pensionistas y estudiantes iniciaron el recorrido programado desde la plaza de Klafthmonos, ubicada en la zona más antigua de la ciudad, hasta el Parlamento, donde se estaban debatiendo los presupuestos para 2018, según ha informado el medio local 'Kathimerini'.
La ADEDY y el GSEE han convocado diversas huelgas desde el primer rescate que afrontó Grecia en 2010. No obstante, la participación ciudadana durante los últimos años ha disminuido debido al desgaste sufrido tras pactar un tercer rescate y celebrar cinco elecciones anticipadas en ocho años.
Durante la marcha de este jueves se han oído diversos cánticos. "Recoge tus rescates y vete de aquí", han gritado los asistentes. También ha habido personas con pancartas en las que podía leerse: "¡Vergüenza!" o "¡no más mentiras!". El GSEE ha denunciado en un comunicado que el Estado ha adoptado políticas que "han estrangulado al pueblo griego".
Los objetivos fiscales de Grecia han sido aprobados por sus acreedores de la Unión Europea (UE) y por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Tras su último rescate, el Gobierno griego ha acordado reducir el gasto y las pensiones, así como realizar una evaluación de las aptitudes y la cualificación del personal que trabaja en la administración pública. Asimismo, el Ejecutivo de Tsipras se ha comprometido a vender centrales eléctricas de carbón.
Cientos de miles de ciudadanos han perdido sus trabajos durante la crisis y el periodo de profunda recesión que ha derivado en la adopción de medidas de austeridad por parte del Gobierno. Además, las pensiones se han reducido más del 30 por ciento.
Tsipras llegó al poder en 2015 bajo la promesa de poner fin a la austeridad, algo que no fue posible al aceptar un nuevo rescate de 86.000 millones euros que concluirá en agosto. Su reelección estuvo marcada por su compromiso por proteger a las personas pobres y a los pensionistas, al tiempo que defendería los derechos de los trabajadores y sus salarios.
La popularidad del SYRIZA ha empeorado, según datos que han mostrado las encuestas de opinión. El mandato de Tsipras termina en 2019 y ha defendido que quiere intentar "una salida limpia" del rescate, sin ayuda financiera de los acreedores, que normalmente suelen incluir condiciones adicionales.