MADRID 25 Abr. (EUROPA PRESS) -
La ONG Human Rights Watch (HRW) ha condenado la "indignante" sentencia a muerte del rapero iraní Toomaj Salehi, detenido durante las protestas antigubernamentales por la muerte de la joven kurdo-iraní Mahsa Amini, y ha pedido que sea puesto en libertad inmediatamente.
La ONG ha criticado el proceso judicial y la condena impuesta al joven de 33 años por considerarlos "un cruel e indignante atentado contra las libertades fundamentales y el derecho a un juicio justo" y ha pedido que sea excarcelado de inmediato.
"El indignante veredicto de Toomaj Salehi es la última manifestación del brutal sistema de justicia iraní", ha declarado la investigadora para Irán de Human Rights Watch, Tara Sepehri Far.
En un comunicado, la organización ha acusado al Gobierno iraní de hacer de "los tribunales injustos una piedra angular de su feroz represión de la disidencia popular" y ha denunciado que éstos actúen "como si estuvieran facultados para atentar contra los derechos básicos de los ciudadanos y burlarse de cualquier salvaguardia legal existente".
El artista fue sentenciado a pena de muerte este miércoles por la sala primera del tribunal revolucionario de Isfahán, por "corrupción en la tierra" y "enemistad con Dios" y una serie de cargos que incluyen sedición, propaganda contra el sistema e incitación al caos.
En noviembre de 2023 fue puesto en libertad bajo fianza, pero fue detenido días después acusado de "difundir afirmaciones falsas" tras publicar un vídeo de 14 minutos en el que denunció que fue torturado durante su estancia en prisión.
Salehi, que pasó más de un año bajo custodia, fue liberado después de que el Tribunal Supremo de Irán rechazara el fallo en su contra de seis años de prisión por propaganda contra el Estado en julio de 2023 y enviara su caso de nuevo a un tribunal inferior.
El rapero fue detenido en octubre de 2022 debido al contenido de sus canciones, que, según las autoridades iraníes contenían insultos e incitación a la violencia, incluidos llamamientos a los disturbios en el marco de la última oleada de movilizaciones por la muerte bajo custodia de la joven Amini.