MADRID, 7 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Hungría ha confirmado este jueves que ha aceptado todas las peticiones de la Comisión Europea para poder acceder a los fondos pendientes, de tal forma que las conversaciones entre las dos partes ya estarían en "una fase avanzada".
Las discrepancias mantienen paralizado el desembolso de hasta 37.000 millones de euros, pero el ministro portavoz del Ejecutivo, Gergely Gulyas, ha reafirmado el compromiso de Budapest para combatir la corrupción y aumentar la transparencia, entre otros asuntos, según la agencia de noticias Bloomberg.
Las autoridades húngaras están dispuestas a autorizar a los tribunales que impugnen las decisiones de la Fiscalía sobre investigaciones por corrupción, a limitar el número de concursos públicos al que pueden presentarse empresas tanto húngaras como de la UE, a reducir las reformas legales impulsadas por el Gobierno de Viktor Orbán por la vía rápida y a utilizar parte de los fondos para diversificar las fuentes de energía de una Hungría que sigue siendo dependiente en gran medida de Rusia.
Gulyas ha explicado que el acuerdo ha llegado tras una reunión de diez horas en las que el Ejecutivo ha analizado los desafíos económicos y, en particular, el desplome de la divisa local. El florín ha caído a mínimos históricos frente al euro y el Banco Central húngaro ha aumentado este jueves los tipos de interés en 200 puntos básicos.
Gulyas, sin embargo, ha defendido que los cimientos económicos del país son "fuertes" y ha atribuido la caída del florín al alza de los precios de la energía y a otros efectos colaterales de la ofensiva militar rusa sobre Ucrania.
PULSO CON LA UE
Bruselas ha endurecido su presión sobre Budapest alegando una supuesta deriva en materia de Estado de Derecho, en el marco de unas dudas que también ha expresado en estos últimos meses el Parlamento Europeo.
El pleno de la Eurocámara instó el miércoles a la Comisión Europea a evitar el "regateo perjudicial" con aquellos Estados miembro que "abusan" de su poder de veto en la toma de decisiones a Veintisiete para frenar avances en el proyecto europeo, tal y como consideran que hizo Hungría al impedir el acuerdo para imponer una tasa mínima del 15 por ciento a las multinacionales.