MADRID, 16 Sep. (EUROPA PRESS) -
El primer ministro de Hungría, Viktor Orban, ha anunciado este miércoles los planes de su Gobierno de construir una valla en algunos puntos de la frontera con Croacia que se sumará a la ya erigida en los límites con Serbia y a la prevista junto a Rumanía para frenar el paso de refugiados.
En una entrevista concedida al diario austriaco 'Die Presse', Orban ha anunciado la construcción de una valla en "determinados puntos" de la frontera con Croacia que, según ha avanzado, tardará un tiempo, aunque las órdenes ya están dadas al Ministerio de Interior.
Orban ha argumentado que son las mafias quienes deciden las rutas, no los refugiados, por lo que frente a los controles instaurados en el centro de Europa es previsible que los inmigrantes busquen nuevos caminos --por ejemplo, a través de Croacia-- para llegar a su destino: Alemania y Escandinavia, donde les ofrecen mejores condiciones de asilo.
Orban ha aclarado que no está "satisfecho" con la construcción de vallas fronterizas porque no han logrado el objetivo, que es frenar la llegada masiva de personas procedentes de los conflictos en Oriente Próximo y el Norte de África.
El jefe de Gobierno ha confiado en que la nueva legislación húngara, que ha entrado en vigor esta semana y que impone penas de hasta cinco años de cárcel para quienes entren ilegalmente en el país, sirva a este fin. "Con esto debería quedar claro que los migrantes pueden pedir asilo pero tienen que cumplir las normas", ha subrayado.
Orban, sin embargo, se ha mostrado consciente de que la crisis migratoria debe solucionarse en su origen: la guerra civil en Siria, que ha desbordado a los países vecinos con más de cuatro millones de refugiados que ahora buscan alternativas en Europa.
"Pero Occidente ha apoyado a una oposición que no parece existir y ha demonizado a (Bashar al) Assad", ha lamentado, recordando las consecuencias de la "destrucción" de Irak y pidiendo que no ocurra lo mismo con Siria.
NO A LAS CUOTAS EUROPEAS
Interrogado por la solución que se plantea desde la Unión Europea para acordar unas cuotas para que cada miembro acoja a un número determinado de refugiados, ha reiterado su oposición y ha llamado a reformar el sistema migratorio de la UE.
Orban ha afirmado que, si finalmente se impone el sistema de cuotas pese al rechazo de algunos miembros, Hungría acatará la decisión de sus colegas pero ha pedido que al menos en el reparto se tenga en cuenta la singularidad de cada país.
En el caso de Hungría, ha defendido que se trata de "una nación cristiana", de modo que la llegada de inmigrantes musulmanes podría provocar problemas sociales porque, "a pesar de los esfuerzos sinceros de Occidente, las comunidades islámicas no se han integrado".
También ha esgrimido que el acuerdo de Dublin, principal norma migratoria de la UE, ha desaparecido. "Quien siga el debate desde el exterior llega a conclusiones diferentes que nosotros porque (la canciller alemana Angela) Merkel dijo que Dublín seguía siendo válido, aunque había que actuar desde la perspectiva humanitaria ¿Quién sabe en Siria qué es Dublín?", ha planteado.
"Necesitamos nuevos instrumentos y, sin duda, sería útil involucrar a los países candidatos (a entrar) en la UE, como Serbia y Macedonia, para compartir la responsabilidad y la carga", ha propuesto el dirigente húngaro como primer paso.