BUDAPEST, 14 Sep. (Reuters/EP) -
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, ha ordenado el envío de cientos de nuevos agentes a la frontera sur con Serbia este lunes para ayudar a gestionar la cifra récord de inmigrantes y refugiados que están intentando entrar en la UE.
La Policía detuvo a unas 5.809 personas en la frontera el domingo, lo que eleva el total de entradas ilegales en el país a 191.702 este año.
"Os encontraréis con personas que han sido engañadas. Seréis recibidos con mal genio y agresión", ha indicado Orban durante el acto de inauguración de nuevos agentes este lunes, llamando a la Policía a ser humana pero aplicar la ley de forma "inflexible".
A partir de este martes, las autoridades húngaras recibirán y empezarán a procesar las solicitudes de asilo en la frontera y trasladarán a aquellos que lo soliciten en autobús a campamentos en otros puntos del país.
Los inmigrantes que se nieguen a cooperar serán mantenidos en la frontera y los que crucen de manera ilegal, intentando evitar a la Policía, se enfrentarán a su arresto y posible encarcelamiento.
"Las nuevas norma que entrarán en vigor mañana reforzarán la protección de las fronteras húngaras", ha subrayado Orbán ante los agentes reunidos en una de las principales plazas de Budapest. En su página web, el Gobierno ha indicado que 868 agentes se han graduado en la ceremonia.
Orbán ha defendido que la inmigración exige que los nuevos agentes empiecen a trabajar antes de terminar sus estudios para defender la soberanía húngara y el estilo de vida local.
Según la Policía, las autoridades húngaras han abierto nuevos centros de recepción temporales en las localidades de Kormend y Szentgotthard, en el oeste. Un fotógrafo de Reuters en Roszke, en la frontera sur con Serbia, ha indicado que miles de inmigrantes están siendo trasladados en tren hacia la frontera con Austria.