BUDAPEST, 18 Ago. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Hungría enviará a miles de policías a la frontera con Serbia donde está construyendo un verja de seguridad para contener el flujo de inmigrantes, según ha informado este martes una fuente gubernamental.
"Varios miles de oficiales de Policía serán desplegados por la frontera serbia cuya tarea será defender el tramo fronterizo", ha afirmado Janos Lazar, el jefe del gabinete del primer ministro húngaro, Viktor Orban. Lazar ha explicado que el despliegue adicional de guardias en la frontera es necesario por el comportamiento agresivo de los inmigrantes.
Lazar también ha sugerido que el Parlamento debería reunirse para una sesión especial en breve para endurecer el Código Penal, de modo que cruzar la frontera de forma ilegal o dañar la verja fronteriza sea punible con hasta cuatro años de prisión.
Asimismo, ha comentado que el Ejecutivo debería proponer castigos más drásticos para el tráfico de personas. Esta petición responde a los muchos migrantes que pagan miles de euros a las mafias para llegar a Europa, normalmente a bordo de barcos sobrecargados que cruzan el Mediterráneo, algunos de los cuales han volcado y se han hundido, matando a cientos de personas.
El portavoz parlamentario del partido gobernante Fidesz, Antal Rogan, ha declarado que de 200.000 a 300.000 migrantes podrían intentar alcanzar Europa occidental a través de Hungría en 2015. Más de 150.000 han logrado llegar por mar en lo que va de año.
Orban, un populista de derecha, ha defendido las propuestas de su partido al asociar la inmigración con el terrorismo, el aumento del crimen y el desempleo, añadiendo que Hungría necesita actuar por sí misma ya que la UE en su conjunto no ofrece ninguna solución.
CONTRA LA INMIGRACIÓN
Hungría, un país completamente rodeado de tierra, forma parte de la zona libre de pasaportes de Schengen de la Unión Europea, lo que la hace atractiva para el paso de migrantes desde los Balcanes.
El Gobierno húngaro tiene el objetivo de completar para noviembre una valla de 3,5 metros a lo largo de los 177 kilómetros de su frontera con Serbia, una medida fuertemente criticada por Belgrado y por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Para apoyar la decisión, el Ejecutivo ha señalado este año otros ejemplos de vallas similares como la que separa Estados Unidos y México y la de algunos países europeos como Bulgaria.
El Parlamento húngaro también aprobó una ley, igualmente criticada por Naciones Unidas, para acortar el tiempo de evaluación de las peticiones de asilo y para rechazar aquellas solicitudes de inmigrantes que hayan pasado a Hungría a través de terceros países considerados seguros y no hayan pedido asilo en ellos.
En lo que va de 2015, se han registrado aproximadamente 100.000 migrantes que han intentando llegar a la UE a través de Hungría, una cifra mayor que la de los 43.000 de 2014. La mayoría provienen de países pobres o en conflicto como Siria, Afganistán e Irak y buscan ir a otras naciones más ricas en el oeste y el norte de la UE.
Los 28 miembros de la UE no consiguieron lograr un acuerdo en las conversaciones mantenidas en julio sobre cómo distribuir durante los próximos dos años a cientos de miles de solicitantes de asilo que se encuentran en Grecia y en Italia, entre otros estados, posponiendo la decisión hasta finales de 2015.