DUBAI, 15 May. (Reuters/EP) -
Los rebeldes huthis, que controlan Saná, han declarado el estado de emergencia sanitaria en la capital de Yemen a raíz del brote de cólera que ha dejado ya al menos 115 víctimas mortales y han solicitado ayuda internacional para evitar el desastre.
Solo unas pocas instalaciones médicas siguen funcionando en Yemen tras más de dos años de conflicto que ha dejado al menos 10.000 muertos y dos terceras partes de la población no tiene acceso a agua potable, según Naciones Unidas.
"Lo que está ocurriendo hoy en día excede las capacidades de cualquier sistema de salud saludable, así que ¿cómo podemos hacer frente cuando estamos estas condiciones tan difíciles y complicadas?", se ha preguntado el ministro de Salud de los huthis, Mohamed Salenm bin Hafeedh, citado por la agencia de noticias Saba, controlada por los rebeldes.
El Ministerio, tras una reunión en Saná con el coordinador humanitario de la ONU en Yemen, Jamie McGoldrick, y otros responsables internacionales, ha pedido a las organizaciones humanitarias y donantes que ayuden a evitar "un desastre sin precedentes", además de declarar "el estado de emergencia sanitaria en la capital", según Saba.
Según la agencia de noticias, se han registrado en Saná y otras provincias yemeníes 8.595 casos sospechosos de cólera entre el 27 de abril y el 13 de mayo, mientras que 213 casos han sido confirmados en los laboratorios.
Además, ha matado 115 personas, más del doble del balance de 51 muertos ofrecido por la Organización Internacional de la Salud (OMS) el jueves. Asimismo, este organismo alertó de que 7,6 millones de personas viven en zonas de alto riesgo de transmisión del cólera.
Saná ha sido la provincia más golpeaa, seguida por la vecina provincia de Amanat al Semah, según datos de la OMS. También ha habido casos en otras grandes ciudades como Hodeida, Taiz y Adén.