EL CAIRO, 15 Dic. (Reuters/EP) -
Los huthis han denunciado violaciones del alto el fuego que ha entrado en vigor este martes por parte de la coalición internacional liderada por Arabia Saudí, según ha informado la agencia de noticias SABA, controlada por los rebeldes chiíes.
El portavoz de las Fuerzas Armadas aliadas con los huthis, el general Sharaf Luqman, ha alertado de que "se está produciendo una gran escalada por tierra, mar y aire por parte de la coalición en varias áreas".
Luqman ha detallado que ha habido bombardeos desde el mar contra la ciudad de Hodaida y se han registrado ataques terrestres en Taiz, mientras la ofensiva aérea continúa por todo el territorio yemení.
"No nos quedaremos de brazos cruzados. Responderemos firmemente a las violaciones de la coalición y sus mercenarios", ha advertido el representante de la insurgencia yemení.
Las partes acordaron una tregua que estará vigente entre el 15 y el 21 de diciembre para favorecer la buena marcha de las negociaciones de paz que han comenzado este martes en Suiza bajo el auspicio de Naciones Unidas.
"Estas consultas buscan establecer un alto el fuego permanente e integral, garantizar mejoras a la situación humanitaria y una vuelta a una transición política pacífica y ordenada", ha explicado desde Ginebra el representante de la ONU, Ahmad Fawzi.
CRISIS YEMENÍ
Arabia Saudí asumió el pasado 25 de marzo el liderazgo de la 'Operación Tormenta Definitiva', con la que, junto a otros nueve países de la región, tiene como intención declarada "repeler a las milicias huthis, Al Qaeda y el Estado Islámico" en Yemen.
Las monarquías del Golfo Pérsico temen que la influencia de Irán en la región se extienda con el ascenso de los huthis al poder, en medio de la inestabilidad generada por el conflicto iraquí y la guerra civil en Siria.
El presidente yemení, Abdo Rabbu Mansur Hadi, había apelado directamente al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en una carta para que autorizara una intervención militar para frenar "la agresión de los huthis" contra su Gobierno.
La crisis política en Yemen, fruto de las disputas intestinas no resueltas con la caída del Gobierno de Alí Abdulá Salé, en 2011, se agravó en septiembre de 2014 con la irrupción en Saná de los rebeldes chiíes.
Los huthis, que históricamente han reivindicado mayor autonomía para el norte de Yemen, llevaron a Hadi y su Gobierno a dimitir en bloque en enero de ese año, evidenciando así la pugna por el control de un país al borde del colapso.