DUBÁI, 29 Ago. (Reuters/EP) -
Los líderes del grupo huthi y las tropas leales al ex presidente de Yemen Ali Abdulá Salé, aliados en la guerra civil del país, han comunicado este martes haber llegado a un acuerdo para rebajar las tensiones que provocaron el enfrentamiento ocurrido el sábado entre ambas partes en la capital Saná, en el que murieron tres personas.
Las víctimas mortales fueron dos combatientes huthis y un coronel del ejército que además era un alto cargo del Congreso General del Pueblo (GPC), el partido de Salé.
El incidente entre los huthis, a los que apoya Irán, y los partidarios de Salé ha marcado una ruptura dentro de la principal coalición de lucha contra el Gobierno del presidente Abdo Rabbu Mansur Hadi, reconocido internacionalmente y respaldado por una coalición liderada por Arabia Saudí, en un conflicto que dura ya dos años.
En la reunión de este lunes en Saná estuvieron presentes Aref Al Zuka, líder del GPC --el Partido político de Salé--, y Mohammed Abdulsalam, portavoz oficial de los huthis, también conocidos como Ansarullá.
Ambas partes han estado de acuerdo en cerrar filas para "unificar esfuerzos para hacer frente a la agresión", según se recoge el comunicado, haciendo referencia a la lucha militar que mantienen contra el actual Gobierno de Hadi y la coalición.
Asimismo, han concluido "dejar a un lado todas las tensiones que se produjeron en la capital, Saná, y volver a la situación de seguridad que existía antes de los acontecimientos de la semana pasada", según se han hecho constar ambas partes en un comunicado conjunto.
Los dos grupos controlan el norte de Yemen y han mantenido una alianza algo inestable a lo largo de un conflicto que ha matado al menos a 10.000 personas y ha desatado una ola de hambre y enfermedades.
La manifestación masiva en conmemoración al aniversario fundacional del partido de Salé, que ha gobernado el país durante tres décadas, y que tuvo lugar hace una semana fue lo que incomodó a los huthis, que lo interpretaron como una muestra de fuerza para debilitarlos.
Las tensiones estallaron cuando varios combatientes huthis establecieron un control de seguridad cerca de la casa del hijo de Salé y en el edificio donde se encuentran los medios de comunicación que dirige.
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