MADRID, 22 Jun. (EUROPA PRESS) - La insurgencia hutí de Yemen ha anunciado que ha atacado de nuevo al portaaviones estadounidense 'Dwight D. Eisenhower' a su paso por el norte del mar Rojo. El buque ha abandonado este sábado la misión y será sustituido por el 'Theodore Roosevelt'.
"El portaaviones estadounidense 'Eisenhower' fue atacado en el norte del Mar Rojo con varios misiles balísticos y de crucero, y la operación ha sido efectuada con éxito", ha anunciado en rueda de prensa el portavoz militar habitual de los insurgentes, Yahya Sarea.
El Ejército de Estados Unidos no se ha pronunciado sobre este incidente, pero ha informado de que el buque regresa a Estados Unidos y de que será sustituido por el 'USS Theodore Roosevelt'.
"Buen viento y mar propicio al Grupo de Ataque del Portaaeronaves 'Dwight D. Eisenhower' en su vuelta a casa con sus familias", ha publicado el Mando Central de las Fuerzas Armadas estadounidenses. El grupo se retira de la zona tras 30.000 horas de vuelo y 55.000 millas recorridas. "Ha protegido la libertad de navegación en el mar Rojo y el Golfo de Adén" frente a los "ataques no provocados contra marineros inocentes de los hutíes", ha resaltado.
Fuentes del servicio de noticias del Instituto Naval de Estados Unidos han concretado que el portaaviones regresará a Norfolk, Virginia, tras ocho meses de despliegue en combate.
Los hutíes ya aseguraron el 31 de mayo y luego el 2 de junio que habían atacado este mismo portaaviones en respuesta a los bombardeos ejecutados durante esta madrugada por Estados Unidos y Reino Unido contra Yemen. Estos ataques fueron desmentidos por el Ejército norteamericano.
El portavoz hutí también ha anunciado otro ataque, una "operación militar cualitativa" contra el barco 'Transworld Navigator', de bandera liberiana, en el mar Arábigo.
"El barco fue atacado por varios misiles balísticos y alcanzado directamente, todo porque la empresa propietaria violó la decisión (hutí) de prohibir la entrada a los puertos de la Palestina ocupada", ha manifestado.
Los insurgentes, respaldados por Irán, controlan la capital de Yemen, Saná, y zonas del norte y oeste del país desde 2015. Los rebeldes han respondido a la ofensiva israelí sobre Gaza con más de 60 ataques contra buques con algún tipo de conexión con Israel y han asegurado que garantizan la libre navegación del resto de barcos.