Archivo - El presidente de Rusia, Vladimir Putin. - -/Kremlin /dpa - Archivo
Högsta lamenta que "la maquinaria de desarme" ha sido "erosionada durante los últimos años" y aboga por la prohibición del armamento nuclear
MADRID, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
El director ejecutivo interino de la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN), Daniel Högsta, ha tildado este miércoles de "provocación extremadamente peligrosa" el anuncio del presidente de Rusia, Vladimir Putin, de suspender la participación de Moscú en el Nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (START).
"Es una decisión extremadamente preocupante que condenamos con la máxima firmeza", ha señalado Högsta en una entrevista concedida a Europa Press, antes de resaltar que por ahora no es posible saber "qué significa" el anuncio, dado que "la suspensión no es algo que contemple el tratado". "Es claramente una provocación anunciar esta suspensión y seguro que (Moscú) sabe que no es algo que esté contemplado", ha manifestado.
Asimismo, ha incidido en que la decisión rusa "demuestra también el uso de la maquinaria de control de armas como una herramienta para enviar señales, lo que es extremadamente preocupante". "Son herramientas cuyo objetivo es preservar la paz y ejercer algún tipo de control para evitar lo impensable, por lo que, cuando son usadas como lo hace Putin (...), es algo extremadamente inaceptable, ya que eleva la incertidumbre en torno al uso de las armas nucleares", ha señalado.
Högsta ha lamentado que "la maquinaria de desarme en torno a las armas nucleares ha sido erosionada durante los últimos años" y ha explicado que países y organizaciones civiles "se aferraban al Nuevo START como un muro de contención", si bien ha puntualizado que la decisión "es una señal de que (Rusia) está manteniendo secuestrado este tratado" en el contexto de la guerra en Ucrania.
Así, ha hablado de un "chantaje nuclear por parte de Rusia para encubrir y evitar interferencias en su brutal invasión de Ucrania", en referencia a las advertencias de altos cargos rusos sobre la posibilidad de recurrir a estas armas y ha explicado que Moscú "ve esta suspensión (del Nuevo START) como parte de este aumento de la incertidumbre, que considera que le da alguna ventaja a corto plazo".
"Estamos en una situación en la que esperamos que Putin no vaya a usar armas nucleares en esta crisis. No sabemos cuáles son sus intenciones y no debemos incitar el miedo o fomentar el pánico, pero esto deja claro que es necesario hacer más para restaurar el tabú nuclear", ha dicho, al tiempo que ha reseñado que el Tratado Sobre la Prohibición de las Armas Nucleares --adoptado en julio de 2017 y en vigor desde enero de 2021-- "es la condena más clara de las armas nucleares".
En esta línea, ha argumentado que "lo que crea más peligro e incertidumbre es la noción de que las armas nucleares son de alguna forma herramientas legítimas (...) de persuasión o chantaje, en el reciente caso de Rusia". "Lo que es muy efectivo son las condenas al uso de armas nucleares y a la amenaza sobre el uso de armas nucleares", ha añadido.
Högsta ha sostenido que, si bien "muchos de los tratados en pie que de alguna forma mantenían el orden se han derrumbado", las condenas a estas amenazas por parte de Rusia "han demostrado ser efectivas". "Esto demuestra la importancia de las normas internacionales, representadas en la maquinaria de desarme", ha abundado.
De esta forma, ha especificado que la "lección incorrecta" que podría sacarse "es que las armas nucleares son la solución", algo que ha descrito como "una locura". "Rusia está azuzando el conflicto con la amenaza de usar armas nucleares. Responder a eso diciendo que es necesario reforzar nuestra postura sobre las armas nucleares es lo contrario a lo que hay que hacer", ha dicho.
"No hay indicaciones de que eso sería más exitoso que las condenas", ha manifestado, al tiempo que ha destacado que "la mejor solución es seguir denunciando el comportamiento irresponsable de Rusia y reducir la dependencia de las armas nucleares".
"TOMARSE EN SERIO" LA AMENAZA
Por otra parte, ha abogado por "ser realistas sobre la amenaza y los riesgos" que suponen las acciones de Rusia y ha pedido "tomárselas en serio", si bien ha incidido en que "no es útil fomentar el pánico". "Lo escalofriante es que nadie sabe" cuál es el riesgo de que Moscú decida usar estas armas. "La verdad es que la única persona que sabe si Putin usará armas nucleares es el propio Putin", ha subrayado.
"En el contexto de esta guerra estamos esperando que no use armas nucleares, que actúe de forma racional, que no malinterprete algún tipo de consejo, cometa un error de cálculo o haya algún error técnico", ha destacado, antes recordar que "hay opciones claras para mejorar la situación" que pasan por "una mayor voluntad política sobre el Tratado Sobre la Prohibición de las Armas Nucleares".
"Es una situación escalofriante, pero no es que no haya esperanza", ha valorado, antes de apuntar a la "voluntad democrática" y la "voluntad de los pueblos" ante esta "situación inaceptable". "Sólo hay nueve estados con armas nucleares, pero hay gobiernos en la OTAN y otras organizaciones militares que de alguna forma dan credibilidad a las armas nucleares, lo que es una lección errónea que aprender de esta crisis", ha aseverado, antes de añadir que "el problema fundamental" es que "haya más de 12.000, casi 13.000, armas nucleares en el mundo". "Cualquiera de ellas causa una catástrofe humanitaria de la que es imposible recuperarse", ha advertido.
ERRORES "DE FUNDAMENTO" EN EL CONCEPTO DE DISUASIÓN
En esta línea, ha valorado que los tratados "dan una estructura para algún tipo de control sobre el número de armas nucleares y el tipo de armas nucleares" y ha dicho que "se dio por sentado durante mucho tiempo que todo está bien porque hay control de armas y (...) la disuasión opera con normalidad".
"La falta de avances en el desarme creó una presión fundamental sobre todos estos instrumentos, que quedaron sometidos a acontecimientos políticos", ha dicho, por lo que ha apuntado que "los pilares sobre los que estos tratados estaban fundamentados de forma individual eran más débiles de lo pensado debido a que el desarme nuclear se ha ralentizado y hay poca voluntad política en los estados con armas nucleares a favor de ese desarme".
Así, ha lamentado que "hay mucha palabrería en torno un mundo libre de armas nucleares, pero hay pocas acciones en marcha", antes de pedir "apoyar y reforzar" estos tratados. Sin embargo, ha recalcado que "la situación está envenenada porque la disuasión se fundamenta en un mito, que es que las armas nucleares pueden ser controladas".
"Hay salvaguardas que son útiles y cada tratado que desaparece nos lleva en la dirección correcta, pero la disuasión es el principal problema, creer que las armas nucleares sirven a algún tipo de objetivo o propósito de seguridad", ha apuntado. "Es algo fundamentalmente erróneo", ha criticado.
"Si lo analizamos, el control de armas, siendo importante, ha sido usado como una excusa para la inacción", ha argüido. "Se ve a menudo a gobiernos que son parte de alianzas nucleares hablar sólo sobre no proliferación y control de armas, como si eso fuera suficiente y nos fuera a dar seguridad", ha valorado.
De esta forma, ha explicado que "el problema no es con las personas como (el expresidente estadounidense Donald) Trump y Putin, que son síntomas del problema". "Con el tiempo, tendremos líderes así en los que no se podrá confiar, pero son las armas nucleares son las que generan miedo e incertidumbre", ha señalado.
Por ello, ha apuntado que "la no proliferación no puede existir por sí misma, sin desarme" y ha reiterado que "la no proliferación, reclamada por estados que tienen armas nucleares, es una estrategia fallida". "El desarme y, de hecho, la prohibición a través del Tratado Sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, es la única vía creíble para garantizar que la no proliferación tiene lugar", ha zanjado.