MADRID, 20 Jun. (EUROPA PRESS) -
Al menos 3.383 personas han muerto como consecuencia de la violencia que desde el pasado mes de agosto enfrenta en la región de los Kasais a la milicia Kamuina Nsapu y a las fuerzas de seguridad congoleñas, según un documento publicado por la Nunciatura Apostólica en República Democrática del Congo (RDC). Hasta ahora, la ONU cifraba en unas 500 las víctimas mortales.
Según ha precisado, un total de 20 localidades han quedado completamente destruidas, diez de ellas a manos del Ejército congoleño, cuatro a manos de los milicianos y otras seis por "autores desconocidos". Asimismo, 3.698 propiedades privadas.
La Nunciatura ha explicado que este balance se basa en "informes de fuentes eclesiásticas seguras a partir del 13 de octubre, fecha en la que se produjo el primer ataque a una parroquia, pero no son exhaustivas".
El recuento realizado por la Nunciatura, y divulgado en las redes sociales, cifra en 141 las escuelas católicas dañadas o cerradas y en cinco los seminarios dañados o cerrados, mientras que 60 parroquias han resultado dañadas o cerradas por la violencia y 34 casas religiosas han corrido la misma suerte durante el periodo analizado.
Además, precisa que en este periodo dos obispos, los de Luiza y Luebo, han tenido que abandonar sus puestos y siete eclesiásticos fueron secuestrados, aunque posteriormente fueron liberados sanos y salvos.
Las fuentes de la Nunciatura han informado de 30 fosas comunes, una cifra que es inferior a las 42 que ya tiene contabilizadas Naciones Unidas, si bien el periodo contemplado por la primera es inferior al abarcado por la segunda.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein, pidió el pasado 9 de junio al Consejo de Derechos Humanos de la ONU la apertura de una investigación internacional por las "extendidas violaciones de los Derechos Humanos y abusos que se han producido en Kasai Central y Kasai Oriental".
Desde que estalló la violencia en agosto pasado entre la milicia Kamuina Nsapu, que toma el nombre de un líder tradicional muerto en un enfrentamiento con la Policía, y las fuerzas gubernamentales, alrededor de 1,27 millones de personas se han visto desplazadas en la región mientras que otras 30.000 han buscado refugio en la vecina Angola.