MADRID, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Conferencia Episcopal de El Salvador, monseñor José Luis Escobar Alas, ha hecho un llamamiento a "bajar el tono" en medio de la crisis política en que se encuentra sumido el país por el pulso que mantiene el presidente, Nayib Bukele, con la Asamblea Nacional, controlada por la oposición.
"Con todo respeto a nuestros funcionarios: bajen el tono de ataques mutuos, o del uno para el otro, porque de esta manera no podemos avanzar, porque al final el que sale afectado es el pueblo", sostuvo el también arzobispo de San Salvador durante una rueda de prensa este domingo.
"Ya venimos de un conflicto y no valdría la pena caer en otro, tal vez peor que el primero", advirtió monseñor Escobar Alas, en referencia a la guerra civil que atravesó el país centroamericano en los años 80 y principios de los 90, según informa la prensa salvadoreña.
"Es necesario que exista un diálogo, pero un diálogo sincero y con una buena voluntad", defendió el religioso. "Sinceramente, estoy preocupado, y lo digo con mucho respeto para cada uno de los poderes. Quisiera que esto disminuyera y que exista un mayor entendimiento", agregó el arzobispo de la capital.
En su opinión, las diferencias entre el Ejecutivo y el Legislativo, a cuenta del paquete financiero necesario para la tercera fase del plan de seguridad lanzado por Bukele tras su llegada al poder, han llevado a los diputados a descuidar los temas que realmente interesan a los salvadoreños, como la ley general de agua o la ley de reconciliación nacional.
Según el arzobispo de San Salvador, los ciudadanos tienen esperanzas en el Plan de Control Territorial de Bukele porque se ha visto que "ha mejorado la seguridad en algunos sectores". "Yo creo que vale la pena que se tengan los recursos y que se aprueben esos préstamos", valoró.
Aunque reconoció que los diputados tienen derecho a controlar el gasto y a disentir con el presidente, "detener el proceso me parece que no es el mejor interés del pueblo", sostuvo.
En esta línea, subrayó que "en vez de estar interpelando a funcionarios, quizá en el afán de revancha y conflicto, por qué no mejor trabajar por una ley para el manejo del agua y el servicio de ella", en referencia a las interpelaciones de la ministra de Salud, Ana Orellana, y el presidente de la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA), Frederick Benítez. "Es urgente y es lo que el pueblo necesita (...) Atacándonos unos a otros no vamos a terminar", zanjó.
Bukele mantiene abierto un pulso con la Asamblea, controlada por los dos grandes partidos tradicionales en el país, el conservador ARENA y el izquierdista FMLN, ante el rechazo de estos a aprobar un préstamo para financiar su Plan de Control Territorial. Ante esta circunstancia, el mandatario desplegó el pasado 9 de febrero al Ejército y la Policía en el interior de la Asamblea para forzar una votación que finalmente no se produjo.