Al ritmo actual, la igualdad económica entre los dos sexos tardaría aún 170 años en lograrse
MADRID, 1 Abr. (EUROPA PRESS) -
La carga del peso familiar sobre los hombros de las mujeres y la disparidad salarial que aún persiste son sólo dos de los factores que perjudican el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) sobre la igualdad de género, pero ONU Mujeres ha advertido de que avanzar en este sentido no sólo es una "obligación moral", sino también lo más "inteligente".
El quinto ODS llama a "lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas" de cara al año 2030, una tarea que, como ha reconocido la subdirectora ejecutiva de ONU Mujeres, Lakshmi Puri, "no es pequeña".
La Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW, por sus siglas en inglés) sirvió la semana pasada para recordar que las "barreras estructurales" siguen lastrando a la mitad del planeta, con las consecuencias que ello conlleva para el desarrollo personal de las mujeres y de la sociedad en su conjunto.
El secretario general de la ONU, António Guterres, afirmó en el arranque de dicha comisión que, "en un mundo dominado por hombres, el empoderamiento de la mujer debe ser una prioridad". "El machismo bloquea a la mujeres y le hace daño a todos", denunció.
La subdirectora de ONU Mujeres ha incidido en este enfoque en una entrevista a Europa Press y ha asegurado que hay quien cree que trabajar por la igualdad de género es "una obligación moral", ya que pensar lo contrario implica asumir que las niñas "deberían soñar menos" que sus compañeros de clase varones.
"Aunque es cierto, debemos también entender que un mundo igualitario es lo más inteligente", ha añadido Puri, quien ha citado un estudio del Intituto Mc Kinsey según el cual el PIB mundial en un planeta 50-50 se dispararía en "12 billones de dólares" (unos 11 billones de euros al cambio actual).
Además, "si las brechas se cierran, las empresas serían más productivas y las mujeres estarían más motivadas para seguir en sus puestos". En la actualidad únicamente tienen empleo una de cada dos mujeres en edad de trabajar, frente al 76 por ciento de los hombres.
En términos laborales, la "discriminación" comienza desde el proceso de selección y, ya dentro de la fábrica o la oficina, la brecha salarial media ronda el 23 por ciento. "Incluso en casos donde las mujeres tienen cualificaciones equivalentes o mejores a las de los hombres, sus habilidades no se valoran igual y su progresión es más lenta", ha lamentado Puri.
Para la subdirectora de ONU Mujeres, todos estos desafíos se engloban dentro de una serie de "barreras estructurales" que tiene entre su principales símbolos la carga que aún siguen llevando las mujeres en relación a la familia. En este sentido, ha recordado que pasan "hasta dos veces más tiempo que los hombres" cuidando de parientes o realizando tareas del hogar.
"Esto significa que tienen menos oportunidades de aprender, de implicarse en actividades de la comunidad y de liderazgo y, en consecuencia, determina su desventaja económica", ha añadido.
PROPUESTAS CONCRETAS
Puri ha planteado la necesidad de reconocer "el trabajo de asistencia impagado" o, al menos, llegar a una "distribución más justa" del mismo, al tiempo que ha reclamado un "apropiado (sistema de) protección social" para que las mujeres tengan alternativas --subsidios familiares, pensiones, guarderías o bajas remuneradas de maternidad y paternidad--.
También ha sugerido reconocer el derecho de las mujeres a la propiedad de tierras, promover programas de microcréditos o facilitar el acceso a nuevas tecnologías como "medidas concretas que beneficiarían enormemente las vidas" de estas personas.
Puri ha emplazado a los gobiernos a priorizar la igualdad de género en materia de empleo público, toda vez que sólo el 1 por ciento de las ofertas terminan en manos de empresas dirigidas por mujeres. Desde ONU Mujeres se propone incluso el establecimiento de "cuotas" para garantizar el acceso de estas firmas a la red estatal.
Sin embargo, para ello es necesario el consenso de una clase política no siempre abierta a la incorporación de la mujer, como pone de manifiesto el mapa de participación elaborado conjuntamente por ONU Mujeres y la Unión Interparlamentaria (UIP). Sólo once mujeres son jefas de Estado o gobierno en 186 países analizados.
PROGRESOS
Puri, no obstante, ha celebrado que se estén dando "progresos" en materia de igualdad, aunque no sea a la velocidad esperada. Al ritmo actual, llevaría 170 años lograr la igualdad económica entre hombres y mujeres, según el último informe del Foro Económico Mundial sobre brechas entre los dos sexos.
Entre los "ejemplos alentadores", la 'número dos' de ONU Mujeres ha citado el caso de Malaui, uno de los países con mayor tasa de matrimonio infantil del mundo y que recientemente ha aprobado elevar de 15 a 18 años la edad mínima para contraer matrimonio.
Además, ha alabado que los autobuses en India cuenten con cámaras de seguridad y un "botón del pánico" o que, en el caso de Estambul, las mujeres se puedan bajar en cualquier momento de la ruta y sin esperar a una parada a partir de las diez de la noche. ONU Mujeres cuenta con una Iniciativa de Ciudades Seguras para promover avances de este tipo.
Puri ha destacado a nivel empresarial que la consultora Price Waterhouse Cooper (PwC) haya elevado del 18 al 47 por ciento la proporción de mujeres en puestos directivos "en menos de un año", ejemplo de una igualdad que también debe llegar al terreno económico. "La promoción de la igualdad de género se ha convertido en un activo que los inversores cada vez buscan más", ha advertido.
En este sentido, ha recalcado que "el empoderamiento económico de la mujer es clave para el futuro, para la justicia económica y para asegurar que el mundo no se deja a nadie atrás" en su acelerado progreso.