Imputados por asesinato en primer grado los padres de una bebé que murió de hambre en Florida

Actualizado: martes, 30 diciembre 2014 22:01

TAMPA (FLORIDA, EEUU), 30 (Reuters/EP)

Los padres de una bebé de 22 días encontrado muerto de hambre en Florida han sido imputados de asesinato en primer grado, según ha informado este martes la Policía, que les ha acusado de no atender al menor.

Ruby Stephens, de 23 años, y Roy Stephens, de 48, ambos de Indiana, estaban visitando a familiares en Florida el 23 de diciembre cuando llamaron a los servicios de emergencia tras descubrir que el bebé estaba inerte en su coche, según la Policía de Lakeland. Betsey Kee Stephens fue declarada muerta en el hospital.

"Sufrió tremendamente durante los 22 días que estuvo viva", ha relatado Mike Link, jefe adjunto de la Policía de Lakeland, en rueda de prensa, asegurando que las fotos del bebé eran "absolutamente horribles".

Un forense determinó posteriormente que la muerte fue un homicidio resultante de "inanición debido a negligencia", según con el informe del arresto.

La autopsia ha revelado que la menor pesaba 1,8 kilos en el momento de fallecer, por lo que había perdido 1,3 kilos desde su nacimiento. El peso normal para su edad es de unos 3,6 kilos, según subraya el examinador médico. En su informe, indica que la bebé estaba deshidratada y parecía no haber sido alimentada en las seis o siete horas previas a su muerte.

La madre había dicho inicialmente a la Policía que había estado dando el pecho a la niña cada pocas horas. Pero después de que la Policía le indicara los resultados de la autopsia, reconoció que la bebé seguramente no había recibido alimento durante buena parte del viaje de un día, ya que el tráfico en la autopisca complicaba el salir para amamantarla.

La madre posteriormente dijo a la Policía que la niña había mostrado signos de problemas de salud pero ella no había acudido a la cita para que se comprobara su peso antes de partir hacia Florida. Roy Stephens no era el padre biológico de la pequeña, según dijo la madre a las autoridades, y no le prestaba mucha atención desde que nació.

La Policía ha señalado que la pareja, de Tennyson, Indiana, viajaba con otros dos niños, de 1 y 20 años. Ambos parecían sanos y han sido puestos bajo custodia de las autoridades.

La madre contó a las autoridades que tras llegar a un hotel a primera hora del 23 de diciembre, había comprobado los pies de la bebé y los había cubierto con una manta porque estaban fríos. La familia fue a un restaurante a comer con unos familiares. Cuando la madre fue a sacar el bebé del asiento del coche, según el informe del arresto, se dio cuenta de que "no respondía y estaba fría al tacto".

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