Entre los acusados figuran el 'capo' Jimmy Chérizier y miembros de la administración del asesinado presidente Moisé
MADRID, 20 Jul. (EUROPA PRESS) -
El juez instructor del caso de la masacre de 2018 en el barrio haitiano de La Saline ha imputado a 45 personas, entre ellas destacados líderes criminales, policías e incluso miembros de la administración del asesinado presidente Jovenel Moise, por su presunta responsabilidad uno de los episodios más brutales de la historia reciente del país.
La matanza ocurrida entre el 13 y el 17 de noviembre de ese año fue, según la investigación, producto de una confluencia de intereses: bandas criminales que pugnaban por el control de un flamante mercado de alimentos, policías corruptos y pistoleros a sueldo de políticos en busca de votos para las elecciones locales.
Todos ellos acabaron desencadenando una masacre en este barrio de la capital, Puerto Príncipe, que se prolongó durante varios días y dejó hasta 71 muertos y escenas de crueldad inusitada: decenas de víctimas acabaron descuartizadas a machetazos (entre ellas un bebé de diez meses), y sus restos fueron tirados a alcantarillas o a pocilgas para que fueran devorados por los cerdos. La masacre fue acompañada de una ola de violaciones a las mujeres del barrio, muchas cometidas en presencia de sus parejas y sus hijos. Una de las mujeres falleció después de que la prendieran fuego.
Ahora, el juez instructor Jean Wilner Morin ha llamado a declarar como imputados a casi medio centenar de presuntos implicados, entre ellos el líder criminal Jimmy 'Barbecue' Chérizier, un expolicía erigido ahora como portavoz de las bandas de delincuentes que buscan un proceso de negociación con el actual Gobierno de Haití. El país, cabe recordar, es el escenario del despliegue de una misión de paz después de que el asesinato de Moise en 2021 provocara una ofensiva de las bandas criminales, que ahora mismo controlan buena parte de la capital.
Otros imputados son un familiar de la ex primera dama Sophia Martelly y dos altos responsables de la antigua administración presidencial, el ex delegado para la región oeste Joseph Pierre Richard Duplan y el ex director general del Ministerio del Interior, Fednel Monchery, de acuerdo con el pliego de acusaciones recogido por el 'Miami Herald'. Estos dos últimos desempeñaban puestos oficiales en el momento de la matanza y, un mes después de la masacre, fueron vistos en compañía de partidarios de Chérizier.
El familiar de la ex primera dama es Pierre Léon Saint-Remy, empleado en un dispositivo de seguridad presidencial y poseedor de un fusil de asalto empleado durante la masacre. Una investigación del diario haitiano 'Le Nouvelliste' recoge a este respecto que 56 fusiles de asalto habían desaparecido del Palacio Nacional durante la antigua administración del presidente Michel Martelly y acabaron presuntamente en manos de las bandas criminales del país.