Imputados en EEUU otros cuatro miembros de la milicia ultraderechista Oath Keepers por presunta conspiración

MADRID, 31 May. (EUROPA PRESS) -

El Departamento de Justicia ha presentado cargos contra otros cuatro miembros de la milicia de extrema derecha Oath Keepers por presunta conspiración en relación con su participación en el asalto al Capitolio que tuvo lugar el 6 de enero.

Según documentos judiciales a los que ha tenido acceso la cadena CNN, los investigadores se encuentran aún tratando de descifrar cada detalle del asalto llevado a cabo por seguidores del entonces presidente estadounidense, Donald Trump, tras las elecciones del 3 de noviembre.

Todos ellos han sido acusados de trasladar armas a un hotel de Virginia de cara al 6 de enero y se habrían comunicado entre sí para organizarse. Así, han sido acusados de formar parte de una "conspiración" y de entrar sin autorización en zonas "restringidas" del Capitolio.

Otros miembros de la milicia que habían sido imputados con anterioridad han sido acusados, además, de eliminar todos sus datos de las redes sociales y la memoria de sus teléfonos.

Tras las elecciones presidenciales, el fundador de la milicia, Stewart Rhodes, publicó una carta abierta dirigida a Trump en la que le avisaba de que en caso de que el Gobierno no se apoderara de los sistemas electorales estatales, sería "el pueblo" quien librase una "sangrienta guerra civil".

"Si no lo hace, nosotros, el pueblo, tendremos que librar una revolución, una guerra civil sangrienta para deshacernos de un Estado profundamente ilegítimo, un régimen títere chino", escribió Rhodes en la página web de la milicia.

En aquella misiva Rhodes solicitó al expresidente Trump que invocara la Ley de Insurrección, enviara fuerzas especiales a apoderarse de los sistemas electorales estatales con el fin de convocar nuevas elecciones y desplegara tanto a la Guardia Nacional, como a las milicias de civiles armados para reprimir cualquier conato de rebelión encabezado por lo que denominó como "enemigos domésticos".

El ataque al Capitolio el pasado 6 de enero por parte de una turba de partidarios de Trump suscitó numerosas críticas contra los servicios de seguridad por la falta de protección de la sede del Poder Legislativo un día en el que se celebraba la sesión en el Congreso para confirmar el triunfo del presidente, Joe Biden, en las elecciones. Los servicios de seguridad han identificado hasta ahora a centenares de sospechosos y han llevado a cabo decenas de detenciones.