MADRID, 27 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales de México (INAI) ha reclamado este domingo al Ejército que publique las fotografías y vídeos tomados por un militar la noche que desaparecieron 43 'normalistas' en Iguala.
El INAI ha publicado su comunicado después de que una particular solicitara la documentación recabada por un militar, que posteriormente la entregó a un superior. En respuesta a la demanda, éste negó la existencia de documentos gráficos, si bien posteriormente puso a disposición un CD con cuatro fotografías.
Posteriormente, esta particular consideró la decisión como insuficiente e interpuso un recurso, pero la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) ha mantenido firme su postura inicial.
"Las autoridades han explicado los argumentos jurídicos que justifican esta decisión. Sin embargo, pueden reforzarlos a través de la transparencia", ha dicho el comisionado del INAI, Joel Salas.
"La mejor forma de demostrar que el Ejército mexicano no se relaciona con las violaciones graves de Derechos Humanos en el caso Ayotzinapa, es atendiendo las demandas de información puntualmente y garantizando que en todo momento se actúa conforme a lo dispuesto en la legislación de la materia", ha agregado.
El comunicado del INAI ha llegado unos días después de que el Gobierno y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) llegaran a un acuerdo preliminar para establecer un mecanismo formal de seguimiento a la cuestionada investigación del caso de los 43 estudiantes, desaparecidos en septiembre de 2014.
Las autoridades mexicanas y el organismo interamericano se han enfrentado por la decisión del Gobierno de no extender el mandato de un grupo de expertos extranjeros que analizaron el caso durante 14 meses. Estos expertos denunciaron irregularidades en la investigación, entre ellas torturas a detenidos y tergiversación de información.
El caso sigue siendo un misterio casi dos años después de la desaparición de los estudiantes, que llegaron a la ciudad de Iguala para participar en una protesta. Los jóvenes fueron detenidos por policías municipales y supuestamente entregados al grupo Guerreros Unidos.