MADRID, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -
La región chilena de La Araucanía ha sido la madrugada de este lunes escenario de nuevos enfrentamientos que se han saldado con un herido y diversos camiones, maquinarias y una iglesia quemados tras una serie de ataques de sujetos desconocidos en medio del estado de emergencia decretado por el Gobierno.
Los incidentes se han producido en la comuna de Victoria, en la provincia de Malleco, una de las cuatro en las que el presidente, Sebastián Piñera, decretó el estado de excepción abriendo la puerto a la militarización de la zona.
Durante la madrugada de este lunes, un grupo de encapuchados con armas de fuego han quemado maquinaria en una finca de la localidad de Inspector Fernández, cuyo propietario ha resultado herido por los atacantes que pedían acabar con "la militarización de Walmapu", como se conoce al territorio reivindicado históricamente por los mapuches.
En otro sector de la misma comuna han sido incendiados ocho camiones y otros vehículos que prestaban servicios a una planta agrícola de la zona, mientras que en otra localidad, en Selva Oscura, también se ha atentado contra maquinaria y contra una iglesia evangélica.
El decreto aprobado por Piñera se aplica a las provincias de Biobío, Arauco, Malleco y Cautín, y tendrá una vigencia de 15 días. Mientras esté vigente, el estado de excepción se "permite que las Fuerzas Armadas colaboren, pero no que reemplacen a las Fuerzas de Orden y Seguridad, es decir, a Carabineros y la Policía de Investigaciones y, por lo tanto, no podrán participar en forma autónoma y directa en operaciones que son de naturaleza policial".
La Araucanía es la región chilena con mayor concentración de indígenas mapuche, que desde hace años exigen la devolución de sus tierras ancestrales y denuncian un hostigamiento por parte del Ejecutivo.
Las autoridades han negado en repetidas ocasiones estas acusaciones y, por el contrario, han apuntado a los nativos como los responsables de numerosos incidentes violentos en la zona, como ataques a fincas y a sus propietarios.
El Gobierno de Sebastián Piñera ha calificado la situación de "guerrilla" y ha acusado en numerosas ocasiones a los indígenas de ser terroristas. Además, se ha personado como acusación particular en varios casos en su contra.