MADRID, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de Alemania han notificado este sábado más de 34.000 nuevos contagios y 142 fallecidos adicionales por coronavirus en las últimas 24 horas; un ligero descenso de casos tras los dos últimos días consecutivos de máximos, pero con la incidencia semanal de positivos por cada 100.000 habitantes por encima de 180, casi el doble que hace dos semanas.
El Instituto Robert Koch (RKI), el ente gubernamental encargado del control de enfermedades infecciosas, ha señalado en su página web que durante las últimas 24 horas se han registrado 34.002 contagios y 142 muertos, lo que eleva los totales a 4.743.490 y 96.488, respectivamente.
Estos niveles de contagio no se recuerdan desde finales del año pasado, según las estimaciones del instituto.
Este mismo viernes ha finalizado una reunión de todos los ministros de Salud de los estados alemanes, que ha durado dos días y en la que se ha logrado un acuerdo para imponer más medidas con el objetivo de frenar el aumento de casos y e la incidencia del coronavirus.
El ministro de Salud federal, Jens Spahn, ha detallado la situación en los centros hospitalarios, que se encuentra al límite e incluso en algunos casos los pacientes están teniendo que ser trasladados entre hospitales en algunas regiones debido a la ocupación, que ha llegado a su máximo.
Además, en este contexto, ha alertado de que "si hoy hay casi 40.000 nuevos infectados, dentro de unos días entre 350 y 400 de ellos serán ingresados en unidades de cuidados intensivos".
En este contexto, los responsables de Salud de los 16 estados de Alemania han acordado realizar más pruebas diagnósticas de COVID-19 en las residencias de ancianos y en los centros asistenciales, donde se ha producido un aumento de contagios en los últimos días, por lo que tratarán de instaurar un "cierre de seguridad" en estas instalaciones.
Los ministros también han pedido que se respete la llamada regla "3G", en referencia a los vacunados, recuperados o que se hayan sometido a una prueba para los eventos en interiores, mientras que en las regiones con alta incidencia debería reducirse a la "2G", solo permitir el acceso a vacunados y recuperados.
Por último, los ministros han acordado impulsar la tercera dosis de refuerzo en el país. "Los refuerzos a los seis meses deben convertirse en la norma, no en la excepción", ha avisado Spahn.