Pekín dice que la situación "es en general estable" y pide "mantener la paz y la tranquilidad"
MADRID, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de India ha acusado este martes a China de intentar cambiar el 'statu quo' en la zona fronteriza en Arunachal Pradesh tras los enfrentamientos registrados la semana pasada, los primeros desde 2020, mientras que Pekín ha subrayado que la situación "es en general estable".
El ministro de Defensa indio, Rajnath Singh, ha afirmado durante una comparecencia ante el Parlamento que el incidente se saldó sin víctimas ni heridos graves entre los militares de India y ha recalcado que "se ha pedido a China que evite este tipo de acciones y que mantenga la paz y la tranquilidad en la frontera".
Así, ha recalcado que las tropas chinas intentaron hacerse con el control de territorios en Arunachal Pradesh, si bien ha incidido en que las fuerzas indias forzaron su retirada tras los combates, según ha recogido el diario indio 'The Times of India'.
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Wang Wenbin, ha señalado en rueda de prensa que "las dos partes han mantenido siempre una buena comunicación sobre asuntos relativos a la frontera, a través de canales diplomáticos y militares".
Wang ha pedido a Nueva Delhi que "se encuentre con China en un punto medio" y que "aplique de forma consciente los importantes consensos alcanzados por los líderes de ambos países". En este sentido, ha recalcado la importancia de "ceñirse al espíritu de los acuerdos relevantes" para "mantener la paz y la tranquilidad en las áreas fronterizas".
Las tensiones atañen al territorio montañoso del norte de la región de Cachemira, además de unos 60.000 kilómetros cuadrados en el estado indio de Arunachal Pradesh (noreste). La Línea de Control Actual, que sustituye la frontera entre los dos países en esa región, pasa por Ladaj.
India y China se enfrentaron en una breve guerra por su frontera en 1962. India disputa el control de China sobre 38.000 kilómetros cuadrados de tierra en Aksai Chin, que sostiene que forma parte de Ladaj. Pekín reivindica a su vez 90.000 kilómetros cuadrados de territorio en Arunachal Pradesh, que considera parte del sur de Tíbet.