NUEVA DELHI, 3 Mar. (Reuters/EP) -
El Gobierno indio se expone a un conflicto diplomático con China cuando una delegación de Nueva Delhi se reúna el mes próximo con el Dalai Lama, considerado por China como un líder disidente, en el territorio de Arunachal Pradesh, que Pekín reclama como suyo con el nombre de "Tíbet del Sur".
La reunión se enmarca dentro de la nueva iniciativa del primer ministro indio, Narendra Modi, para potenciar las relaciones públicas con el líder tibetano a sabiendas de las protestas de Pekín y reforzar así la identidad nacional de India como territorio con fronteras claramente delimitadas.
"Es un cambio de actitud para que India se muestre más segura de sí misma", ha declarado el ministro Kiren Rijiju, quien se encontrará con el Dalai Lama en su futura visita al monasterio budista de Kawang, que comenzará el próximo 4 de abril, ocho años después de su última vez.
"Es un lama. Viaja ahí en calidad de líder religioso, no hay razón para detenerle y no puede hacer ningún daño", ha declarado Rijiju en respuesta a la amenaza de China sobre el deterioro al que se exponen las relaciones con India.
Críticas como las vertidas este viernes por el portavoz del Gobierno chino, Geng Shuang. "Este cadre que acompaña al Dalai", ha declarado, "lleva mucho tiempo perpetrando una serie de desgraciados artificios sobre el tema de la frontera entre India y China".