GUWAHATI (INDIA), 5 (Reuters/EP)
El Ejército de India ha lanzado este viernes una operación en el estado de Manipur, en el noreste del país, para dar caza a los milicianos separatistas tribales que mataron al menos a 20 soldados en una emboscada el jueves.
La operación cuenta con cientos de soldados sobre el terreno y el apoyo de helicópteros en las montañas remotas próximas a la frontera con Birmania, donde los insurgentes piden la autonomía de sus grupos tribales, según han detallado fuentes militares.
El Gobierno central ha pedido al Ejército "localizar y eliminar a los insurgentes" relacionados con el ataque, según un comandante que ha preferido conservar el anonimato.
Un alto cargo de Inteligencia ha informado de que unos 50 guerrilleros tribales están involucrados en el ataque. Los milicianos lanzaron granadas, detonaron artefactos explosivos y acribillaron con disparos a los vehículos militares, alcanzando a dos de ellos, ha explicado.
Según la misma fuente, los responsables podrían haber huido a través de los huecos en la frontera hacia Birmania, en una travesía que al menos les habría llevado cuatro horas a través de un denso bosque.
Tres grupos rebeldes que están activos en este área, el Consejo Nacional Socialista de Nagaland, el Kanglei Yawol Kanna Lup y el Partido Comunista Kangleipak, han reivindicado la autoría del ataque.
"De forma general, la violencia en Manipur está disminuyendo", ha asegurado el director ejecutivo del Instituto para la Gestión de Conflictos en Nueva Delhi, Ajai Sajni. "Pero esto es un recordatorio de que los grupos armados se encuentran razonablemente bien coordinados y tienen la capacidad para llevar a acabo ataques oportunistas", ha agregado.
Al igual que ocurre en las zonas más remotas y subdesarrolladas del noreste de India, Manipur ha sido el escenario de recurrentes enfrentamientos étnicos y religiosos desde que el país obtuvo sus independencia en 1947.
Según el Portal de Terrorismo del Sur de Asia, alrededor de 2.000 personas han muerto a causa de la violencia en Manipur en la última década. Las fuerzas de seguridad indias tratan de contener la violencia con medidas como la controvertida Ley de Poderes Especiales de las Fuerzas Armadas, que permite disparar a matar contra manifestantes en las áreas más conflictivas.