MADRID 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de India ha convocado este miércoles al representante paquistaní en Nueva Delhi en protesta por el ataque de este domingo contra un cuartel en Uri, en Cachemira, que se saldó con 17 militares y cuatro milicianos.
El ministro de Exteriores indio, S. Jiashankar, ha comunicado al alto comisario paquistaní en India, Abdul Basit, que el ataque "demuestra que la infraestructura terrorista en Pakistán sigue activa", según ha informado el diario local 'The Times of India'.
"Si el Gobierno de Pakistán quiere investigar estos ataques transfronterizos, India está dispuesto a dar huellas dactilares y muestras de ADN de los terroristas muertos en los incidentes de Uri y Poonch", ha recalcado.
India acusó a Pakistán tras el ataque, recalcando que los atacantes llegaron al país desde su territorio, tras lo que Islamabad dijo que "apuntar a Pakistán se ha convertido en tendencia en India tras cada ataque terrorista".
En este sentido, el Gobierno paquistaní aseguró que "India intenta distraer la atención del mundo de las violaciones de Derechos Humanos que comete en la Cachemira ocupada".
El ataque de Uri ha sido el más grave contra el Ejército indio en Cachemira en los últimos 26 años. En la base hay unos 12.000 militares y su principal función es vigilar la Línea de Control que funciona como frontera entre las partes de Cachemira bajo control indio y paquistaní.
Este ataque llega en un momento de mucha tensión en la región de Cachemira, que tiene una mayoría de población musulmana y en la que se suceden las manifestaciones tras la muerte de un comandante separatista el 8 de julio.
Al menos 78 civiles han muerto y varios miles han resultado heridos en enfrentamientos callejeros con las fuerzas de seguridad indias, que han sido criticadas por los grupos de defensa de los Derechos Humanos por la violencia con la que actúan contra los manifestantes.