GUWAHATI (INDIA), 3 (Reuters/EP)
La Policía de India ha deportado este jueves a una familia rohingya de cinco miembros, el segundo grupo que las autoridades indias han devuelto a Birmania en los últimos meses, a pesar de la preocupación de ONU y ONG por las amenazas a las que se enfrentan en su país.
El matrimonio y sus tres hijos fueron detenidos y encarcelados en 2014 en el estado de Assam por entrar de forma ilegal a India. Este jueves han sido trasladados en autobús a la frontera con Birmania, en Manipur. "Estamos esperando a los agentes birmanos para entregárselos formalmente", ha dicho Bhaskar Jyoti Mahanta, de la Policía de Assam.
En Assam hay otros 20 ciudadanos birmanos en prisión por entrar ilegalmente al país, ha indicado, aunque sin aclarar si también son rohingyas. "Debemos enviarlos de vuelta a Birmania una vez tengan los permisos de viaje de su país", ha anunciado Mahanta.
India ya deportó a siete hombres rohingyas el pasado mes de octubre suscitando miedo en la comunidad birmana en el país por la posibilidad de que fuera el inicio de una serie de devoluciones.
El Gobierno indio calcula que el país acoge a unos 40.000 rohingyas, a los que considera inmigrantes ilegales que suponen un peligro para la seguridad nacional. La mayoría viven en pequeños asentamientos y en barrios chabolistas.
Cerca de un millón de rohingyas han huido a Bangladesh desde agosto de 2017, cuando las fuerzas birmanas lanzaron una campaña militar en respuesta a una serie de ataques de insurgentes rohingyas. Unas cien personas murieron y decenas de pueblos fueron reducidos a cenizas. La ONU llegó a advertir sobre una "limpieza étnica".
Birmania y Bangladesh acordaron el año pasado comenzar las repatriaciones, si bien el proceso quedó suspendido después de que la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) expresara su preocupación por lo que encontrarían los rohingyas a su vuelta.
El Gobierno dirigido en la sombra por la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi ha construido unos campamentos vallados para recluir ahí los rohingyas. La ONU y las ONG insisten en que deben volver a sus aldeas de origen, instando a las autoridades birmanas a reconstruirlas.
Los rohingyas son una etnia minoritaria de fe musulmana que habita de forma mayoritaria en el estado de Rajine. Birmania considera que son descendientes de inmigrantes ilegales procedentes de Bangladesh y no les reconoce ningún derecho.