MADRID, 1 May. (EUROPA PRESS) -
Con una quinta parte de la población desplazada y casi la mitad necesitada de ayuda humanitaria, República Centroafricana (RCA) se enfrenta al riesgo de volver a verse sumida en el caos al que la llevó el enfrentamiento entre los milicianos de Séléka, principalmente musulmanes, y las milicias 'anti-balaka', predominantemente musulmanas, que estalló en 2013, según han advertido agencias de la ONU y ONG.
Actualmente, hay más de 884.000 desplazados y unos 2,2 millones de personas necesitadas de ayuda humanitaria en el país, donde la ausencia de una presencia del Estado en buena parte del territorio hace que sean los actores humanitarios los que cubran más del 50 por ciento de los servicios básicos.
"Los ciudadanos de RCA necesitan nuestro apoyo ahora. La indiferencia y el olvido no son una opción porque la paz está en juego", ha advertido la coordinadora humanitaria de la ONU para el país, Najat Rochdi, al término de una visita de cuatro días de responsables de agencias de Naciones Unidas y de ONG al país.
"No podemos arriesgarnos a que este país vuelva a sumirse en una espiral hacia el caos cuyos efectos se sentirían más allá de las fronteras de RCA", ha defendido, en un comunicado publicado por la ONU al término de la visita este fin de semana.
Un rebrote de la violencia en octubre pasado generó nuevas olas de desplazados, mientras que el personal humanitario presente del país trabaja en medio de una creciente inseguridad. Según datos de la ONU, seis trabajadores humanitarios fueron asesinados en el país en 2016, lo que convierte a RCA en uno de los países más peligrosos, de ahí el que algunas organizaciones se hayan retirado.
"Hace falta un esfuerzo concertado, rápido y sostenido de los socios interncionales y nacionales para construir una RCA pacífica y próspera", ha sostenido el director para África Occidental de World Vision, Yves Habumugisha. "No actuar ahora aumentaría el sufrimiento humano y afectaría a los esfuerzos para mitigar la devastación social y económica", ha prevenido.
Por su parte, la subdirectora regional de ACNUR, Anne-Marie Deutschlander, ha resaltado que se están haciendo progresos, aunque "lentos". "Nosotros, junto a los centroafricanos, debemos adaptar ahora nuestra narrativa sobre este país y construir sobre la base de los hechos alentadores que hemos observado", ha defendido, resaltando el hecho de que algunos centroafricanos refugiados en los países vecinos estén regresando, aunque de forma "tímida".
El director regional para Africa Central y Occidental del Programa Mundial de Alimentos (PMA), Abdou Dieng, ha considerado alentador el hecho de que "las comunidades pueden resurgir si se les dan las herramientas y el apoyo adecuados". "La gente está dispuesta a pasar una oscura página de sus vidas y seguir adelante", ha resaltado.
"Hemos visto signos de progreso y oportunidades que debemos capitalizar, no podemos seguir como siempre", ha defendido a su vez la representante para la región de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), Allegra Baiocchi.
SOLUCIONES TANGIBLES
Por contra, ha añadido, las agencias de la ONU y las ONG tienen que "ofrecer soluciones tangibles a los centroafrianos" lo que pasa por que "los actores humanitarios y de desarrollo trabajen hacia la consecución de resultados colectivos que, coordinados con la acción del Gobierno, puedan traer un cambio real".
"Pero necesitamos una mayor seguridad y más recursos", ha reconocido Baiocchi. De los 400 millones de dólares solicitados por la ONU para 2017 para atender a 1,6 millones de personas en RCA, solo se han recibido el 10 por ciento hasta la fecha, mientras que en 2016 solo recibieron menos del 40 por ciento de los 531 millones solicitados.