MADRID, 4 Ene. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades indígenas de Guatemala han amenazado con convocar nuevas protestas en todo el país si el presidente electo, Bernardo Arévalo, no toma posesión el próximo 14 de enero, tal y como está previsto, a medida que aumenta la tensión en el país latinoamericano, que se encuentra sumido en una crisis política.
Así, han señalado que están dispuestos a salir a la calle para sacar adelante sus reivindicaciones y han matizado a su vez que permanecerán "alerta" para comprobar que el futuro mandatario "cumple todas sus promesas electorales" una vez acceda al cargo y sortee finalmente las amenazas de la Fiscalía.
En este sentido, han recalcado que cuentan con el respaldo del pueblo y que llevan 94 días de lucha "para defender la poca democracia que queda" en Guatemala, en referencia a las acciones de los fiscales, a los que acusan de querer socavar el proceso electoral que tuvo lugar en junio y en los que Arévalo se hizo con la victoria.
Desde que tuvieron lugar las elecciones, la Fiscalía ha solicitado en varias ocasiones la retirada de la inmunidad a Arévalo y la suspensión de su partido, el Movimiento Semilla, al que ha acusado de irregularidades y blanqueo de capitales a pesar de que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) ha ratificado su victoria.
Miles de personas han salido a la calle en Guatemala durante los últimos meses para mostrar su apoyo al presidente electo y pedir la dimisión de la fiscal general, Consuelo Porras, del jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), Rafael Curruchiche, y del juez Fredy Orellana, a los que acusan de tratar de socavar el proceso electoral del pasado mes de junio en el país.
Por su parte, el TSE ha alertado de que en caso de Arévalo y su 'número dos', Karin Herrera, no tomen posesión el próximo 14 de enero se producirá en el país una "ruptura del orden constitucional" dado que los resultados ya han sido validados y "son inalterables".
El TSE dio por concluido el proceso electoral a finales de octubre, haciendo oficial los resultados de las elecciones de agosto en las que resultó vencedor Arévalo, cuyo partido sigue en el punto de mira de la Fiscalía y carece ahora de la protección que ofrece la legislación a las formaciones durante los periodos electorales.
Según la Fiscalía, el Movimiento Semilla habría incurrido en un delito de blanqueo de dinero u otros activos al pagar alrededor de 175.000 quetzales guatemaltecos (unos 20.200 euros) por las firmas recolectadas que necesitaba para constituirse.