YAKARTA , (INDONESIA), 5 (Reuters/EP)
Indonesia, Malasia y Filipinas han acordado este jueves coordinar las patrullas marítimas después de que se produjera un aumento en el número de barcos secuestrados por milicianos islamistas en el sur de Filipinas.
La mayor parte del pirateo en el área es llevado a cabo por los milicianos del grupo Abú Sayyaf, que opera en zonas de vacío legal en aguas filipinas. Indonesia ha informado de que el problema podría acabar pareciéndose a la situación somalí, por lo que las autoridades han dejado de conceder permisos en algunas zonas a los barcos filipinos que transportan carbón.
"Vamos a tomar medidas conjuntas y a coordinar las patrullas en las áreas marítimas que nos conciernen", ha comentado la primera ministra indonesia, Retno Marsudi, tras una reunión que ha tenido lugar en Yakarta y a la que han acudido sus homólogos de los países involucrados, así como los respectivos jefes de los ejércitos.
Filipinas comparte aguas territoriales con Indonesia y Malasia, que firmaron un acuerdo en 2002 para reforzar la seguridad en la frontera a modo de respuesta frente a los ataques que se estaban produciendo en la zona. Los navíos destinados a patrullar, y que están a la espera de ser coordinados, atravesarán las aguas territoriales de los diferentes países afectados.
Indonesia, el mayor exportador de carbón del mundo, instó en abril a formar patrullas marítimas formadas por barcos de las tres marinas y permitir así el paso de estas a través de las aguas territoriales. Sin embargo, Filipinas, cuyas importaciones de carbón proceden en un 70 por ciento de Indonesia, prefirió patrullas separadas pero coordinadas para identificar las rutas seguras por las que poder navegar.
Los milicianos del grupo Abú Sayyaf han ganado notoriedad por los secuestros que han llevado a cabo en los últimos quince años. Los rescates efectuados les han permitido ganar millones de dólares, que han utilizado para la adquisición de armas, equipos de comunicación y barcos de alta velocidad.
Marsudi ha manifestado que los países vecinos establecerán también una línea directa para mejorar la cooperación y compartir datos de inteligencia. "Tenemos en común la necesidad de tomar medidas para asegurar protección a los ciudadanos a la hora de desarrollar sus actividades en el área", ha aseverado.
Los protocolos a seguir por las patrullas en los mares de Sulú y Célebes serán establecidos en la próxima reunión, ha añadido.
Los analistas estiman que unos 35.000 millones de euros en carga pasan por esa zona cada año, lo que incluye tanques provenientes del Océano Índico que no pueden atravesar el Estrecho de Malaca. Estados Unidos, por su parte, ofrece asesoramiento al Ejército filipino y ha destinado 175 millones de euros para que los tres países puedan adquirir equipos de comunicación y vigilancia.
Los milicianos islamistas, que mataron a un rehén canadiense en abril y mantenían retenidos a decenas de extranjeros, estaban vinculados en el pasado a Al Qaeda y, recientemente, han manifestado ofrecer su apoyo al Estado Islámico.