YAKARTA 21 Sep. (Thomson Reuters Foundation/EP) -
La ministra de la Mujer y la Protección Infantil de Indonesia, Yohana Yembise, ha informado este miércoles del lanzamiento de una nueva campaña contra la mutilación genital femenina (MGF) a pesar de la oposición ejercida por varios líderes religiosos, que ya han obstaculizado en otras ocasiones los esfuerzos gubernamentales por acabar con la práctica en el país.
Las autoridades de Indonesia intentaron prohibir la MGF hace una década, pero la influencia de importantes clérigos musulmanes ha impedido que las medidas sean implementadas con éxito. Según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), casi la mitad de las niñas indonesias menores de once años han sido sometidas a la ablación de clítoris.
Según la agencia de la ONU, en Indonesia, Etiopía y Egipto hay unas 200 millones de mujeres y niñas que han sufrido la MGF. Yembise ha señalado que el Gobierno ha comenzado a trabajar con mujeres y grupos religiosos para aportar "pruebas científicas" que contribuyan a frenar el número de ablaciones que se realizan en el país.
"Estamos intentando acercarnos a los líderes religiosos y tradicionales para hacerles entender que es necesario acabar con la mutilación genital femenina", ha indicado Yembise. La práctica, que implica la extirpación parcial o total de los genitales externos de las mujeres, está muy extendida principalmente en África y países de Asia y Oriente Próximo.
Varios grupos en defensa de Derechos Humanos han instado a las autoridades de Indonesia a prohibir la ablación. Según un estudio realizado por UNICEF, tres de cada cuatro niñas indonesias sufre la MGF antes de cumplir los seis meses de edad.
La funcionaria del Ministerio de Asuntos Exteriores Grata Endah Wedaningtyas ha explicado que el objetivo de esta nueva campaña es concienciar a las familias. "Esta vez nos hemos centrado en las familias, que son quienes realmente deciden si las niñas son sometidas a esta práctica o no", ha afirmado.
"En algunas partes de Indonesia es común oír que aquellas niñas que no son sometidas a la práctica no pueden casarse o cocinar arroz correctamente. La superstición sigue siendo uno de los principales obstáculos", ha aseverado Wedaningtyas.