Acusa a la empresa responsable del revestimiento de la fachada de "ocultar deliberadamente" los riesgos de seguridad
Starmer lamenta que los vecinos del edificio viviesen en una "trampa mortal" y promete cambios regulatorios
MADRID, 4 (EUROPA PRESS)
El informe final sobre el incendio que mató a 72 personas en la Torre Grenfell de Londres en 2017 refleja que una batería de factores contribuyeron al incendio más grave en la historia reciente de Reino Unido, con reproches a los sucesivos gobiernos que consintieron la construcción de inmuebles sin garantías suficientes de seguridad y a la empresas que, con una "falta de honestidad sistemática", ocultaron los riesgos del revestimiento de la fachada, clave para la rápida extensión de las llamas.
El responsable de la investigación, el antiguo juez Martin Moore-Bick, ha sentenciado en una comparecencia pública que todas las muertes eran "evitables" y ha aludido a una concatenación de fallos, un "camino hacia el desastre" en el que, aunque no todas las partes tienen la misma responsabilidad, sí hay muchos actores implicados de manera directa o indirecta en el incendio que arrasó el edificio de 24 plantas.
Seis años después del inicio de la investigación, los expertos han concluido que los sucesivos gobiernos que ha tenido Reino Unido desde los años noventa "ignoraron" o "retrasaron" las dudas que ya comenzaban a hacerse evidente en relación a los materiales que las constructoras estaban utilizando para cubrir las fachadas de algunos edificios.
La administración pública perdió "muchas oportunidades" de tomar medidas, aunque el informe atribuye una especial culpa al Gobierno que el conservador David Cameron compartió con los liberaldemócratas, por adoptar una serie de recortes en materia de regulación.
Recrimina también el papel de la autoridad local de Kensington y Chelsea, por su "persistente indiferencia en relación a la seguridad anti incendios, especialmente de personas vulnerables" como las que residían en el edificio siniestrado. Los Bomberos, por su parte, carecían de una estrategia clara de evacuación y erraron en su primeras conclusiones sobre el fuego.
EL PAPEL DE LAS EMPRESAS
El revestimiento fue, "con mucho", el principal factor que contribuyó a expandir las llamas, pero las empresas fabricantes llevaban años con "estrategias deliberadas y sostenidas" para que sus productos pareciesen más seguros de lo que en realidad eran. La firma Arconic, responsable de los paneles de la Torrre Grenfell, "ocultó deliberadamente" los riesgos, mientras que Celotex y Kingspan, fabricantes del material de aislamiento, "engañaron", reza el informe.
Los investigadores tachan también de "incompetentes" a las empresas Studio E y Harley Facades, implicadas en la reforma del edificio en 2011 y con una responsabilidad "significativa" en la tragedia, mientras que la firma que supervisó los trabajos, Rydon, se limitó a "pasar la pelota" de un lado a otro, según los extractos recogidos por la radiotelevisión pública BBC.
El informe que ha visto la luz este miércoles completa una nueva fase dentro de unas pesquisas que, por ahora, no han llegado al ámbito judicial. La Policía y la Fiscalía ya señalaron el pasado mes de mayo que no esperaban iniciar los procesamientos hasta finales de 2026, dada "la magnitud y la complejidad" de unas investigaciones que afectan a 19 entidades y 58 personas a título individual.
Este calendario implica que un hipotético juicio no llegaría hasta 2027, una década después del incendio, y la organización que aglutina a familiares de víctimas y supervivientes ya ha reconocido que la espera se está haciendo "insoportable". Una portavoz del grupo, Natasha Elcock, espera "que se haga justicia y se presenten cargos contra los culpables".
LLAMAMIENTO A STARMER
Las familias, que atribuyen la tragedia a una mezcla de "avaricia, corrupción, incompetencia y negligencia", han emplazado al actual Gobierno, liderado por Keir Starmer, a dejar atrás los "malos hábitos" de gabinetes previos, pese a que hacerlo ahora llegue ya "tres décadas tarde".
Starmer ha recordado a las víctimas y alabado la labor de los investigadores, constatando además que el informe final pone negro sobre blanco "fallos sustanciales y amplios". El Gobierno se compromete ahora a "estudiar en detalle" el texto y a trabajar para que "una tragedia así no ocurra de nuevo".
Entiende que el informe plantea "preguntas fundamentales" sobre el tipo de país que aspira a ser Reino Unido, en el que tener una vivienda "segura y decente" debería ser un derecho básico. De hecho, ha criticado que los vecinos de la Torre Grenfell viviesen en una "trampa mortal".
En su memoria, ha abogado por "cambiar el país", lo que pasa por modificar el marco regulatorio y seguir avanzando en la retirada de materiales que puedan ser peligrosos, ya que ha admitido que el ritmo actual es "demasiado lento". Las empresas señaladas por los investigadores no podrán participar en concursos públicos.
El líder de la oposición y ex primer ministro, Rishi Sunak, ha hecho suyos los mensajes de apoyo de Starmer a las víctimas y, como él, también ha llamado a "aprender lecciones". En este sentido, ha reconocido que "el Estado abandonó" a las víctimas, después de "30 años de fallos sucesivos".
Por su parte, el alcalde de Londres, el laborista Sadiq Khan, ha afirmado que además de una "desgracia nacional", lo ocurrido en la Torre Grenfell fue una "atrocidad moral". "Se me revuelven las tripas al leer que se ignoraron durante años las preocupaciones y se descartaron los avisos", en un comunicado en el que ha abogado porque, al menos, el incendio sirva de "punto de inflexión".
Confía en que todas las partes señaladas en el informe apliquen ahora las recomendaciones y se ha comprometido a seguir mejorando los protocolos de construcción en la ciudad de Londres. "Le debemos a cada una de las 72 personas que perdieron la vida asegurarnos que nunca vuelve a ocurrir algo igual", ha añadido Khan, que no gobernaba cuando ocurrieron los hechos.