El Gobierno griego estima que hay 20.000 inmigrantes atrapados en el país
IDOMENI (GRECIA), 24 (Reuters/EP)
Inmigrantes con niños pequeños en brazos han bloqueado este miércoles una carretera en el centro de Grecia reclamando poder seguir su viaje hacia Macedonia, ante el embotellamiento que se está produciendo como consecuencia de las nuevas restricciones que están imponiendo otros países en la ruta de los Balcanes.
Las familias han gritado "queremos ir" después de que la Policía haya detenido su convoy en Tempe y las autoridades hayan incrementado las medidas para controlar el flujo de personas que atraviesan el país en su camino hacia los países más prósperos al norte.
Periodistas de Reuters han visto a cientos de personas congregadas en gasolineras y moteles a lo largo de los 530 kilómetros de carretera entre Atenas y Macedonia, donde los guardias han abierto de forma periódica la frontera esta mañana, permitiendo la entrada de cien personas cada vez.
Grecia ha protestado contra las restricciones impuestas por los países más al norte en la ruta hacia Europa. El ministro de Inmigración, Yannis Muzalas, ha criticado los controles establecidos por Austria, Eslovenia, Croacia, Serbia y Macedonia tras la reunión mantenida por sus policías la semana pasada.
"Es escandaloso (...) que cinco jefes de Policía puedan revocar una decisión de los primeros ministros de la Unión Europea sobre el asunto", ha denunciado Muzalas en declaraciones a Reuters en Atenas.
Más de un millón de inmigrantes y refugiados cruzaron Grecia el año pasado, muchos de ellos huyendo de los conflictos en Siria, Irak y Afganistán. Otros 1.600 llegaron a la Grecia peninsular desde las islas este miércoles por la mañana.
20.000 ATRAPADOS
Dos responsables gubernamentales griegos han señalado que se estima que hay unos 20.000 inmigrantes atrapados en el país. "Cuando hay un cuello de botella, la botella se rompe y cuando hay un movimiento controlado de individuos (...) una botella rota puede resultar en un flujo incontrolado e ilegal", ha advertido Muzalas. La decisión de los países balcánicos de detener el flujo hará aumentar y no reducir la inmigración ilegal, ha añadido.
La Policía griega tenía órdenes este miércoles de detener los autobuses que transportan a inmigrantes a Idomeni, en la frontera con Macedonia.
"Nadie irá a Idomeni hoy. No permitiré que ni un solo autobús parta hacia el norte hacia nuevo aviso de que Skopje está permitiendo a la gente cruzar", ha señalado Konstantinos Luziotis, director del departamento de Orden Público del Ministerio de Inmigración.
Un conductor en un convoy de ocho autobuses que transportaban a inmigrantes a la frontera macedonia ha indicado a Reuters que la Policía les paró y les pidió que durmieran en un estadio el martes por la noche.
Unas 1.000 personas estaban concentradas en un campo en la frontera este miércoles, 24 horas después de que otro grupo de inmigrantes fuera rodeado y trasladado fuera de la zona por las autoridades griegas.
En el puerto del Pireo, el inmigrante sirio Hasan Frnjari ha explicado que las autoridades le han dicho que se quede ahí hasta nuevo aviso. "Llegamos por la mañana y no sabemos qué hacer porque queremos continuar hacia Macedonia. Ahora nos dicen que las fronteras están cerradas", ha lamentado este estudiante de Marketing de 23 años de Alepo.
"No creo que realmente entiendan la causa por la que nos marchamos de Siria, en Alepo las personas están en peligro. La ciudad es bombardeada constantemente. Vas caminando por la calle y te mueres, así de simple", ha relatado.