Los inmigrantes y refugiados venezolanos en todo el mundo superan ya los tres millones

MADRID, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -

El número de venezolanos que en el último año han escapado de la crisis económica y política que sufre la nación caribeña supera ya los tres millones, según han informado este miércoles la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Conforme a los datos recabados por la ONU de las autoridades nacionales y otras fuentes, los países de América Latina y el Caribe albergan a unos 2,4 millones de venezolanos, entre inmigrantes y refugiados, mientras que otros 600.000 se han dirigido a otras regiones.

Colombia es el país que más venezolanos ha acogido, con un millón. Por detrás se sitúan Perú, con más de medio millón; Ecuador, con más de 220.000; Argentina, con unos 130.000; Chile, con más de 100.000; Panamá, con unos 94.000; y Brasil, con otros 85.000.

El emisario conjunto de la OIM y ACNUR para el éxodo venezolano, Eduardo Stein, ha valorado la "encomiable política de puertas abiertas" que han mantenido los países de la región. Sin embargo, ha subrayado, "su capacidad de recepción es muy limitada, por lo que se requiere una respuesta más sólida e inmediata de la comunidad internacional".

Las agencias de la ONU han explicado que "con el incremento de las cifras, las necesidades de las personas refugiadas y migrantes de Venezuela, así como las de las comunidades de acogida, también han aumentado significativamente".

Los gobiernos latinoamericanos han abordado esta crisis migratoria a través del Proceso de Quito, para armonizar las políticas nacionales en este sentido, si bien cuentan con el apoyo de la Plataforma Regional de Coordinación Interagencial, compuesta por 40 socios, incluidas agencias de Naciones Unidas.

Se espera que en diciembre se lance un plan regional de respuesta humanitaria a los migrantes venezolanos, que se centrará en cuatro áreas estratégicas: asistencia directa de emergencia, protección, integración socioeconómica y cultural, y fortalecimiento de capacidades para los gobiernos de los países de acogida.