NAIROBI, 25 Ene. (Thomson Reuters Foundation/EP) -
Los niveles de inseguridad alimentaria que se esperan para este año son los más altos en décadas, ya que países como Nigeria, Somalia, Sudán del Sur y Yemen se encuentran al borde de la hambruna y más de 70 millones de personas necesitan con urgencia asistencia alimentaria, según ha advertido en su último informe FEWS Net, el sistema de alerta temprana de hambruna.
La violencia, los conflictos armados, la inestabilidad económica y las sequías son algunos de los principales factores que han provocado que más de 70 millones de personas de hasta 45 países distintos sufran escasez de alimentos. "La magnitud, gravedad y expansión geográfica de la crisis alimentaria que tendrá lugar en 2017 no tiene precedentes", han asegurado desde FEWS Net.
En el noroeste de Nigeria, donde los milicianos de Boko Haram llevan asolando a la población durante más de siete años a base de violencia, los niveles de inseguridad alimentaria son tan altos que Naciones Unidas ha declarado el nivel de alerta más grave dentro de la escala de seguridad alimentaria: la hambruna o catástrofe humanitaria.
En Yemen y Sudán del Sur, debido a la inestabilidad económica, a los conflictos armados que están teniendo lugar en ambos países y a la falta de acceso que tienen las agencias humanitarias, es muy probable que se declare una hambruna en algún momento de 2017.
La situación es de igual gravedad en Somalia, donde si persiste la escasez de lluvias que ha tenido a lo largo de 2016, el riesgo de que se repita la hambruna que tuvo lugar en 2011 es cada vez mayor.
De acuerdo con los datos proporcionados por FEWS Net, más de un tercio de los 70 millones de personas en todo el mundo que necesitan con urgencia asistencia alimentaria se concentran en cuatro países: Yemen, Siria, Sudán del Sur y Malaui. La falta de alimentos en Yemen, Siria y Sudán del Sur es una consecuencia directa de la violencia y los conflictos armados, mientras que Malaui se ha visto asolado por una intensa sequía.