LA PAZ, 17 Feb. (EUROPA PRESS) -
El precandidato presidencial del Partido Socialista chileno José Miguel Insulza ha advertido este jueves al presidente de Bolivia, Evo Morales, de que la amistad entre Chile y Bolivia no se puede construir "con agresiones", en referencia a un reciente comentario publicado en su cuenta de la red social Twitter en el que el mandatario acusa a Chile de mantener una Constitución aprobada en período de dictadura.
"Vivir en democracia, en el siglo XXI, no es gobernar con la Constitución de Augusto Pinochet", ha escrito Morales. Días antes, el ministro de Relaciones Exteriores chileno, Heraldo Muñoz, acusó a Morales de "insultar a Chile reiteradamente" a pesar de que "quiere negociar".
Santiago y La Paz se mantienen enfrentadas desde hace años por la salida al océano Pacífico que Bolivia perdió en una guerra con Chile en el siglo XIX, y también por los recursos hídricos del manantial del que nace el río Silala, además de por las agresiones llevadas a cabo en la frontera contra sus transportistas que Bolivia ha denunciado en repetidas ocasiones.
Muñoz advirtió entonces de que tendrá "presente" este tipo de "insultos" y declaraciones en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), donde se están estudiando los casos de la salida al mar y del Silala, recordando que "Chile no cederá a la soberanía".
Los enfrentamientos se han extendido e Insulza, después de que Morales cuestionara la legitimidad de su Carta Magna, le ha recordado al presidente indígena que debe tener "cuidado" con sus críticas. "Si usted cambia su Constitución para reelegirse, podría gobernar más años de lo que duró la dictadura de Pinochet", ha añadido.
A finales de enero, Morales declaró que tenía "ganada" la victoria para las próximas elecciones, pero consideró que el único "problema" es la concreción de una fórmula para poder presentarse de nuevo, después del triunfo del 'no' en el referéndum constitucional de febrero de 2016.
En esa consulta, una mayoría de bolivianos rechazaron modificar la Constitución para que Morales pudiese seguir liderando el Movimiento al Socialismo (MAS) en las próximas elecciones presidenciales. El oficialismo, sin embargo, no tira la toalla y, de hecho, ha acordado que Morales sea su candidato en 2019.
"El problema no es ganar, ya tenemos ganado, tal vez coyunturalmente el problema sea habilitarnos", señaló entonces Morales, quien llegó a reconocer en una ocasión que la búsqueda de un posible sucesor le "quita el sueño".