SANTIAGO, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -
El ex secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) José Miguel Insulza ha sido designado nuevo agente de Chile en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para defender la postura de La Moneda frente a las reivindicaciones marítimas de Bolivia.
La presidenta chilena, Michelle Bachelet, ha explicado que ha decidido nombrar a Insulza después de que el hasta ahora agente en la CIJ, Felipe Bulnes, haya renunciado porque "se ha perdido la cohesión al respaldo del equipo jurídico".
Bulnes ha indicado que "algunos tenían las expectativas altas y pusieron la vara del éxito en que el juicio se debía terminar" en la cuestión procesal planteada por Chile antes del inicio del juicio denunciando la competencia de la CIJ, que finalmente asumió el caso.
"Es vital que la gente del país disponga del respaldo macizo y sólido de la sociedad en general y eso se perdió un poco, estamos a tiempo de reencantar", ha considerado Bulnes, en declaraciones recogidas por el diario chileno 'La Tercera'.
La líder socialista ha agradecido a Bulnes sus esfuerzos durante estos dos largos años, destacando que "ha sido la cabeza del equipo de abogados que ha conseguido que la demanda de Bolivia en la CIJ se haya visto limitada".
"El nuevo agente será José Miguel Insulza, que dirigirá el equipo de abogados para proseguir la defensa (jurídica)", ha anunciado Bachelet. "No vamos a vacilar en la defensa de nuestra soberanía", ha recalcado la jefa de Estado.
Insulza, por su parte, ha agradecido "de manera orgullosa" y "conmovido" la "confianza" que la presidenta ha depositado en él. "Estamos todos comprometidos con una causa que tiene que ver con una condición soberana de nuestro país", ha subrayado.
CONFLICTO TERRITORIAL
El conflicto territorial se remonta a 1879, cuando Bolivia perdió su salida al Pacífico en la guerra que mantuvo con Chile, que culminó con el Tratado de Paz y Amistad de 1904, sobre el derecho de libre tránsito de mercancías bolivianas hacia y desde puertos en este océano.
Chile asegura que con el acuerdo de paz --que fue ratificado por ambos parlamentos veinte años después-- se establecen las fronteras, también las marítimas, de las naciones combatientes, por lo que no hay lugar a ninguna disputa territorial.
Bolivia argumenta que el acuerdo de paz es "injusto, incumplido e impuesto" y ha rechazado la intangibilidad de los tratados internacionales, recordando que Estados Unidos se avino a superar el firmado en 1903 con Panamá.
En un intento por destrabar el conflicto bilateral, el Gobierno de Evo Morales y el de la también entonces presidenta chilena firmaron en 2006 una agenda de 13 puntos para iniciar las negociaciones sobre la salida marítima para Bolivia.
No obstante, el diálogo nunca llegó a iniciarse, más allá de las reuniones de trabajo, por lo que finalmente el 24 de abril de 2013 el Gobierno boliviano presentó una demanda en la CIJ para exigir su salida al mar a Chile.
Chile impugnó el año pasado la competencia de La Haya, alegando que la cuestión ya había quedado resuelta en tratados bilaterales, pero la CIJ ha rechazado este argumento y se ha declarado competente para conocer el fondo del asunto.