BRUSELAS, 26 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los servicios de inteligencia belgas sabían desde 2012 que varios de los sospechosos ahora vinculados a los atentados del pasado 13 de noviembre en París trataron de hacerse con armas pesadas, según una nota interna a la que ha tenido acceso el diario La Dernière Heure.
El informe fue remitido a la Fiscalía federal en abril de 2013 y alertaba de que varios extremistas se reunían con regularidad en un apartamento alquilado por un ciudadano belgo-marroquí llamado Jelel Attar, con el objetivo de planear cómo conseguir armas y explosivos, siempre según el diario que ha tenido acceso a la información.
Las autoridades marroquíes detuvieron a Attar el pasado 15 de enero en una localidad próxima a Casablanca, por su vinculación con la matanza de París y con el grupo terrorista Estado Islámico.
La Seguridad del Estado ha confirmado en un comunicado enviado a los medios de comunicación belgas que en 2012 vigiló a las actividades de Attar y de otros sospechosos, pero ha querido subrayar que en aquella fecha "el contexto geopolítico y de seguridad no era el que conocemos hoy".
"Entonces no se producían desplazamientos masivos hacia Siria, ni el alcance del Estado Islámico era el que conocemos ahora. Los viajes detectados en aquel periodo tenían que ver principalmente con Somalia", se ha justificado la agencia.
Las autoridades belgas también han recalcado que la información remitida a la Fiscalía en 2012 permitió avanzar en otro caso que culminó, en julio de 2015, con la condena de Jalid Zerkani a doce años de prisión por reclutar a radicales.