Voluntario pesa a un niño en Malaui
UNICEF/HUBBARD
Actualizado: miércoles, 28 junio 2017 11:05

La agencia de la ONU advierte de que para 2030 casi 70 millones de niños morirán antes de los 5 años si no se acelera la inversión

MADRID, 28 Jun. (EUROPA PRESS) -

Cada dólar invertido en la salud y la supervivencia de los niños y las comunidades más desfavorecidas del mundo permite salvar el doble de vidas que si realiza la misma inversión en grupos menos necesitados, según ha puesto de manifiesto un análisis llevado a cabo por el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF).

Según la agencia de la ONU, esta inversión ofrece una mejor relación entre la calidad y el coste, ya que salva casi el doble de vidas por cada millón de dólares gastado.

En su informe 'Reducir las diferencias: El poder de invertir en los niños más pobres', UNICEF presenta nuevas pruebas convincentes que vienen a demostrar lo que ya predijo en 2010: el mayor coste que supone llegar a los niños más pobres con intervenciones de salud de gran eficacia se compensa por los mejores resultados que generan estas inversiones.

"Las pruebas son convincentes: invertir en los niños más pobres no solo es correcto en principio, también es lo correcto en la práctica, ya que salva más vidas por cada dólar gastado", ha asegurado el director ejecutivo de UNICEF, Anthony Lake.

"Esta es una noticia crucial para los gobiernos que trabajan en la tarea de poner fin a todas las muertes infantiles prevenibles en un momento en que cada dólar cuenta", ha sostenido Lake, subrayando que "invertir equitativamente en la salud de los niños también permite asegurarles un mejor futuro e interrumpir los ciclos intergeneracionales de la pobreza".

"Un niño sano tiene mayores oportunidades de aprender más en la escuela y de ganar más cuando se hace adulto", ha defendido el máximo responsable de UNICEF.

En este sentido, la agencia de la ONU ha advertido de que a menos que se acelere el progreso en la reducción de la mortalidad infantil, para 2030 casi 70 millones de niños morirán antes de cumplir los cinco años.

El estudio realizado por UNICEF, en base a datos procedentes de 51 países donde se producen alrededor del 80 por ciento de las muertes de recién nacidos y menores de cinco años, pone de manifiesto que una mayor cobertura de las intervenciones que salvan vidas dirigidas a los grupos pobres ayudaron a reducir la mortalidad infantil en estos países casi tres veces más rápidamente que las que estaban dirigidas los grupos de personas que no son pobres.

CASI EL DOBLE DE VIDAS SALVADAS

En concreto, ha permitido determinar que las inversiones a los niños más desfavorecidos resultan ser 1,8 veces más rentables en términos de vidas salvadas.

Para realizar la evaluación, UNICEF ha tenido en cuenta seis intervenciones clave en materia de salud materna, neonatal e infantil: el uso de mosquiteros tratados con insecticida, la iniciación temprana a la lactancia materna, la atención prenatal, la vacunación completa, la presencia de personal obstétrico cualificado durante el parto y la búsqueda de asistencia para los niños con diarrea, fiebre o neumonía.

El análisis de estas intervenciones ha permitido determinar que las reducciones absolutas en las tasas de mortalidad de menores de cinco años asociadas con estos cambios en la cobertura fueron casi tres veces más rápidas entre los grupos de personas pobres que entre los grupos de personas que no eran pobres.

Según ha destacado UNICEF, puesto que en entre las poblaciones más pobres la tasa de natalidad es más alta, la reducción de la tasa de mortalidad de los niños menores de cinco años en estas comunidades facilitó que se salvaran 4,2 veces más vidas por cada millón de personas.

En este sentido, se ha constatado que de los 1,1 millones de vidas salvadas en los 51 países analizados durante el último año estudiado para cada país, casi el 85 por ciento correspondían a los sectores pobres.

En el estudio se señalan Afganistán, Bangladesh y Malaui como algunos de los países con las tasas más altas de mortalidad de menores de cinco años donde las actividades centradas en los más necesitados han marcado una diferencia en favor de los niños. Entre 1990 y 2015, la mortalidad de menores de cinco años disminuyó a la mitad en Afganistán y en un 74 por ciento en Bangladesh y Malaui.

LLAMAMIENTO

Así las cosas, UNICEF ha hecho un llamamiento a los países a que tomen medidas prácticas para reducir las desigualdades como desagregar los datos para identificar a los niños que se están quedando atrás o invertir más en intervenciones de eficacia demostrada para prevenir y tratar las mayores causas de mortalidad infantil.

Asimismo, ha reclamado fortalecer los sistemas de salud para ampliar la atención de calidad; innovar para encontrar nuevas formas de llegar a quienes se encuentran más aislados; y hacer seguimiento de las diferencias en la equidad utilizando encuestas de hogares y sistemas nacionales de información.

Más noticias

Leer más acerca de: