Daños causados por un dron hutí lanzado sobre Tel Aviv - Europa Press/Contacto/Matteo Placucci
MADRID, 21 Jul. (EUROPA PRESS) -
La investigación inicial sobre el dron hutí que mató a una persona el viernes en Tel Aviv apunta a que no fue interceptado debido a un error humano, ya que los radares estaban más pendientes de un segundo dron procedente de Irak.
El dron fue lanzado en la mañana del viernes y recorrió más de 2.600 kilómetros antes de llegar a Tel Aviv desde el Mediterráneo tras realizar varios cambios de rumbo que lo llevaron de Yemen a Eritrea a través del mar Rojo, después voló hacia el norte a través de Sudán y Egipto y llegó finalmente al mar Mediterráneo para atacar Tel Aviv desde el oeste, según recoge el diario 'The Times of Israel'.
Era un dron iraní Samad-3 modificado cargado de explosivos que se desplazaba a entre 148 y 185 kilómetros por hora. Las Fuerzas Aéreas israelíes sabían que los hutíes contaban con drones así, según la investigación.
El aparato solo apareció en los radares seis minutos sobre el mar antes de aparecer y desaparecer varias veces, pero no fue identificado como un dron. Fue detectado con tiempo suficiente para una respuesta con aviones de combate o defensas antiaéreas marítimas o terrestres, pero no fue considerado una amenaza debido a un error humano de los operadores de control de tráfico aéreo.
El analista que procesó los datos de radar estaba siguiendo un dron lanzado desde Irak y que fue derribado por aviones de combate. Las Fuerzas Aéras han destacado que es habitual que este tipo de objetos aparezcan en los radares y que se trate de pájaros o distorsiones causadas por las nubes. Además, la atención estaba en el norte, el este y el sur del país como origen más probable de ataques.
Tras este ataque se ha duplicado el número de analistas de radar para que no se pase por alto ningún objetivo y que sean clasificados correctamente. También se han incrementado las patrullas aéreas, en particular sobre el Mediterráneo, para detectar mejor posibles amenazas.