BRASILIA 4 Mar. (EUROPA PRESS) -
La investigación sobre el expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva ha añadido más presión si cabe a su sucesora política, Dilma Rousseff, que ya ha convocado a sus ministros más cercanos para analizar en Planalto la fase número 24 de la operación 'Lava Jato'.
La Fiscalía y la Policía han actuado este viernes contra Lula, al que han trasladado desde su vivienda en Sao Bernardo do Campo, en Sao Paulo, hasta dependencias de las autoridades para que preste declaración. La operación también ha salpicado a varios familiares, entre ellos su mujer e hijos.
Un portavoz del Ministerio Público ha aclarado en rueda de prensa que por el momento "no existe ninguna investigación contra personas con foro privilegiado", lo que supone a su vez confirmare que "la presidenta Dilma no está siendo investigada en la Operación Lava Jato".
Rousseff ha convocado a parte de su equipo de Gobierno para analizar la situación, en la que fuentes del entorno de la presidenta ven un trasfondo político, especialmente tras la salida de José Eduardo Cardozo del Ministerio de Justicia. "No hay coincidencias en este mundo", ha apuntado un asesor presidencial en declaraciones al periódico 'Folha'.
Un ministro próximo a Lula ha confesado a 'O Globo' que los "movimientos sociales" no se "conformarán" con lo ocurrido este viernes y "teme" una nueva ola de movilizaciones en las próximas horas. La oposición ya había convocado manifestaciones el próximo 13 de marzo para protestar contra Rousseff y su gestión.