NUEVA YORK 24 Oct. (Reuters/EP) -
El investigador especial de Naciones Unidas para los derechos humanos de los inmigrantes, François Crepeu, ha instado este viernes a Europa a no utilizar la fuerza para detener a los traficantes de personas, sugiriendo a la Unión Europea a unir fuerzas con Estados Unidos, Canadá, Australia y Nueva Zelanda para reasentar a dos millones de refugiados.
"La fuerza no va hacer nada para acabar con la crisis migratoria. No va a funcionar (...). El Consejo de Seguridad está equivocado, y también la Unión Europea", ha afirmado.
Crepeu ha indicado, además, que el Consejo de Seguridad de la ONU se equivocó a la hora de autorizar operaciones navales de la Unión Europea en altamar en Libia para confiscar y detener embarcaciones de traficantes.
"Hagamos por los sirios y los eritreos, y quizás por los afganos, lo que hemos hecho durante casi 40 años por los indochinos: programas de reasentamiento, programas de reasentamiento masivo desde los países de tránsito durante muchos años", ha explicado Crepeu.
"Si Canadá, Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda se unen con Europa y dicen (...) 'dividámonos a todos estos refugiados de Oriente Próximo y hagámoslo durante cinco, seis, siete años' (...) al final acabaremos con cifras pequeñas", ha asegurado.
A principios de octubre, el Consejo aprobó las operaciones de la UE, cuyo objetivo es ayudar a detener el flujo de migrantes y refugiados en un momento en el que Europa se enfrenta a la mayor crisis migratoria desde la Segunda Guerra Mundial. Asimismo, Crepeu ha advertido de que esta crisis podría durar décadas.
700.000 DESPLAZADOS, MILES DE MUERTOS
Más de 700.000 personas que huyen de la guerra y la pobreza en Oriente Próximo, Asia y África han llegado a Europa a lo largo de este año, según las cifras de la Organización Internacional para Migraciones (OIM), mientras miles han perdido la vida intentando cruzar el Mediterráneo.
La ONU cifra en más de cuatro millones el número de sirios que han huido del país durante la guerra civil, que dura ya casi cinco años. Unas 250.000 personas han muerto en Siria, y unos 6,3 millones se estima que están desplazados dentro del propio país.
La represión del Gobierno sirio contra una manifestación prodemocrática en 2011 llevó al país a un levantamiento armado. Desde entonces, combatientes radicales del Estado Islámico, han aprovechado el caos que reina para declarar un califato en extensas zonas de Siria e Irak.
"Si se consigue la paz en Siria, no dentro de diez años sino en uno o dos, si la paz vuelve y se establece un Gobierno razonablemente funcional, espero que un buen número de sirios en Europa vuelva", ha afirmado Crepeu.