MADRID, 17 Sep. (EUROPA PRESS) -
La llegada al poder de Evariste Ndayishimiye el pasado mes de junio en Burundi tras la repentina muerte de su presidente, Pierre Nkurunziza, no ha traído consigo cambios en cuanto a las violaciones de Derechos Humanos en el país, según ha lamentado en un nuevo informe la comisión de investigación de la ONU sobre este país africano.
Bajo el mandato de Nkurunziza, en particular a raíz de su decisión de optar a su tercera reelección en 2015, la ONU denunció graves violaciones de los Derechos Humanos en el país. El mandatario mantuvo una tensa relación con el organismo internacional, expulsando en varias ocasiones a algunos de sus representantes.
"Hemos estado siguiendo los acontecimientos muy de cerca para ver si el nuevo Gobierno revertía la senda destructiva tomada desde 2015 (...) pero hasta ahora hemos visto muy pocos cambios positivos desde que el presidente Ndayishimiye asumió el cargo", ha explicado el presidente de la comisión de investigación, Doudou Dine.
Según ha indicado durante la presentación del informe en Ginebra, "el espacio democrático sigue siendo muy estrecho, la impunidad persiste y no hay indicios de que el nivel de violaciones de los Derechos Humanos haya remitido bajo el nuevo Gobierno".
Al contrario, ha añadido Dine, "algunos individuos sujetos a sanciones internacionales por sus supuesta responsabilidad en violaciones de los Derechos Humanos en 2015 han sido nombrados para altos cargos de la Administración Ndayishimiye".
El informe de la comisión documenta graves violaciones de Derechos Humanos cometidas en el contexto de las elecciones presidenciales y parlamentarias del pasado 20 de mayo, en las que el 'delfín' de Ndayishimiye fue elegido, incluidas ejecuciones sumarias, detenciones arbitrarias, torturas y violencia sexual. El objetivo de estos abusos era evitar que el principal partido opositor se hiciera con la victoria, según los investigadores.
"El traspaso de poder ofrece una oportunidad para volver a comprometerse con la ONU y la comunidad internacional e implicarse en una senda de cambio basada en el respeto de los Derechos Humanos, las libertades fundamentales, los principios democráticos y el Estado de Derecho", ha sostenido el jefe de la comisión de investigación.
En este sentido, ha confiado en que el nuevo Gobierno "adopte acciones concretas para mitigar los factores de riesgo y, lo que es más importante, permitir que la sociedad civil, los medios y la oposición puedan cumplir de forma efectiva con sus papeles sociales en una sociedad democrática".
Según Dine, "si ese papel solo puede desempeñarse a costa de la vida o la libertad, entonces la comunidad internacional debe seguir estando muy preocupada" por Burundi.